MADRID, 13 Sep. (EUROPA PRESS) -
La compañía andaluza Abengoa se ha sometido por primera vez al análisis de las agencias de 'rating', en este caso Fitch y Moody's, con el objetivo de disponer de una valoración sobre su situación crediticia y reforzar su credibilidad.
En sus valoración, Fitch y Moody's han concedido calificaciones a largo plazo de BB (nota media dentro de la calidad cuestionable) y Ba3 (tercera nota dentro de la calidad cuestionable), respectivamente, al tiempo que han situado en "estable" la perspectiva de la compañía.
Para Fitch, Abengoa ocupa una posición de "liderazgo" en algunos sectores de renovables como la termoeléctrica o los biocombustibles, y dispone de un negocio diversificado no sólo en términos geográficos, sino también de negocio.
Por su parte, Moody's considera que el 'rating' asignado "refleja la combinación de una base de operaciones industriales muy bien establecida junto con una cartera diversificada de concesiones en los sectores de la energía, tratamiento de aguas y servicios industriales".
Las emisiones de bonos senior ordinarios realizadas por Abengoa en noviembre de 2009, de 300 millones de euros, y en marzo de 2010, de 500 millones de euros, han obtenido la misma calificación, según una nota remitida por la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En un comunicado, la compañía asegura que estas calificaciones crediticias le permitirán continuar con su "exitosa trayectoria en el mercado de capitales, y diversificar y obtener nuevas vías de financiación", así como reforzar su compromiso con la transparencia.
"La obtención de estas calificaciones respalda nuestro estrategia de negocio y financiera, refuerza la credibilidad de nuestros socios, clientes y proveedores en todo el mundo, y consolida nuestra capacidad para continuar siendo líderes en el desarrollo y la construcción de proyectos sostenibles en todo el mundo", ha asegurado el director financiero de Abengoa, Amando S. Falcón.
El directivo ha destacado de la compañía su diversificación geográfica en nuevos mercados y en actividades, además de su política "conservadora" de liquidez y financiación.
