Innova.- Investigadores de la hispalense analizan el proceso de comprensión lectora en jóvenes con sordera

Actualizado: martes, 31 marzo 2009 19:40

SEVILLA, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un grupo de la Universidad de Sevilla (US), encabezado por la investigadora Isabel de los Reyes Rodríguez Ortiz, está analizando el proceso de comprensión lectora en jóvenes con discapacidad auditiva, un factor íntimamente ligado con su nivel de expresión oral y por signos.

En una nota, Andalucía Investiga indicó que el proyecto ha sido incentivado por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa como proyecto de excelencia en la convocatoria de 2007 con un total de 53.891,72 euros, con fecha estimada de finalización en 2011.

La hipótesis de la que parte el proyecto se basa en que inicialmente existe una mejor comprensión lectora en aquellas personas con un nivel de lengua oral más alto. Además, y de manera novedosa, la investigación abarca también el análisis de la relación entre el nivel de lectura labiofacial y la comprensión de textos escritos.

Para comprobar esto, los investigadores trabajan con una muestra que abarca la población sorda de entre diez y 18 años residente en Andalucía. En ella se están estudiando cuestiones como las estrategias de supervisión que usan para comprender lo que leen, las inferencias predictivas que realizan o cómo interpretan las anáforas gramaticales, entre otros factores.

"En principio, nuestro proyecto requería encontrar jóvenes sordos que leyeran con cierta fluidez un texto, pero desgraciadamente nos hemos encontrado con un número muy alto de individuos a los que les cuesta desarrollar una lectura de manera fluida", subrayó la investigadora. Por esta razón, la investigación está trabajando también en el desarrollo de pruebas para aquellos niños que pueden leer algunas frases pero no un texto, para ver y analizar sus procesos de comprensión lectora.

PROBLEMAS DE LECTURA

Según Rodríguez, la causa principal del déficit de comprensión lectora en personas con discapacidad auditiva es que se tienen que enfrentar a una lengua a nivel escrito que no dominan a nivel oral.

"Si el grado de pérdida auditiva es importante, le impide desarrollar el habla de manera normalizada, tardan más y con más dificultades, de forma que cuando llegan a enfrentarse con el texto escrito no la dominan y les cuesta trabajo reconocerla", afirmó la investigadora.

Añadió que otra de las variables que influyen es la "falta importante" de información incidental frente a las personas oyentes. "Cuando lees lo que estás haciendo es poner en relación lo que está en el papel con los conocimientos previos que tienes y si estos te faltan es difícil buscar este tipo de conexión", apuntó Rodríguez, quien señaló que, por este motivo, "a los oyentes les cuesta trabajo ponerse en el pellejo de las personas con discapacidad auditiva, porque muchas veces la información va llegando de manera totalmente inconsciente".

Frente a esta situación, los investigadores de la Hispalense plantean una reconsideración de la actitud negativa que se suele tener ante el aprendizaje en edades tempranas de la lengua de signos.