El tercer acusado queda absuelto al considerar que no se ha probado que fuera el propietario de la instalación
JAEN, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
El titular del Juzgado de lo Penal número uno de Jaén ha condenado al encargado de la atracción ferial 'Terror en Yucatán' y al ingeniero técnico que la supervisó a que cumplan cada uno la pena un año y diez meses de prisión por considerarles autores de un delito de homicidio imprudente después de que en la citada instalación falleciera un niño de once años en la Feria de San Lucas en octubre de 2003.
La sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, absuelve al tercer imputado, José Pérez R.B., de los delitos de homicidio y lesiones imprudentes pues establece que no quedó probado que fuera el propietario de la atracción.
El magistrado condenó además al encargado, Francisco Javier P.G., y al ingeniero técnico, Luis A.M., a 28 arrestos de fin de semana por dos delitos de lesiones imprudentes. Asimismo, deberán indemnizar conjunta y solidariamente con Sabadell Aseguradora a los menores Michael S.P.B. en 13.889 euros y María Dolores J.A. en 17.528 euros.
Con respecto a los parientes del niño que falleció en el siniestro, los condenados deberán indemnizar a los padres en la cantidad de 80.657 euros y a cada hermano en 14.655 euros. El juez absolvió a la Asociación de Feriantes de Jaén, a Fiatc y al Ayuntamiento de Jaén, que estaban incluidas en el apartado de responsabilidad civil de manera subsidiaria.
El fallo judicial considera probado que con motivo de la celebración de la Feria de San Lucas de hace tres años se encontraba instalada la atracción 'Terror del Yucatán', de la que era encargado Francisco Javier P.G. y "de la que no se ha probado que fuera propietario" José P.R. Antes de su puesta en marcha, el ingeniero técnico Luis A.M. la revisó.
No obstante, el 13 de octubre de ese mismo año, los menores Alvaro David M.F., María Dolores R.A. y Michael S. P.B. entraron en dicha atracción y al acceder a la segunda planta salió a su encuentro uno de los actores, por lo que los niños corrieron hacia el final del pasillo, donde dos paneles que estaban colocados a modo de pared cedieron, precipitándose los menores al vacío desde una altura de unos siete metros. Estos paneles estaban sujetos con "simples alambres", y no contaban con pernos ni bisagras.
A causa de la caída, el menor Alvaro David M.F. sufrió diversas lesiones y un traumatismo craneoencefálico grave que le provocó un coma profundo, falleciendo el 26 de octubre de 2003.
El magistrado fundamenta que el encargado reconoció "sin tapujos" que ante la deformación de algunas bisagras que unían los paneles, colocó en su lugar alambres y que, a tenor de los informes realizados posteriormente por otros peritos, la atracción "no era segura".
Asimismo, expone que el ingeniero técnico que reviso la atracción antes del accidente "descuidó la diligencia mínima exigible para un profesional".
En último lugar, el juez argumenta que no ha quedado acreditado que José P.R. fuese el propietario de la instalación y explica que hubo una transmisión de una atracción, 'Montaña del Yucatán', del acusado al testigo Manuel Alfonso N. en febrero de 2002, hombre que en el juicio oral declaró ser el propietario de la atracción 'Terror en Yucatán'.
