SEVILLA, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
El pleno de la Diputación de Sevilla, reunido este jueves en sesión ordinaria, ha formalizado una declaración institucional de todos los grupos políticos, en respaldo a la plantilla sevillana de Airbus ante los 210 despidos planeados por el consorcio aeronáutico europeo en las factorías de San Pablo y Tablada, tras afrontar un cargo de 1.200 millones de euros por el programa correspondiente al avión de transporte militar A400M, cuyo ensamblaje final se realiza en las instalaciones de San Pablo.
La declaración institucional ha sido leída por un empleado de Airbus, que ha defendido que el sector aeronáutico constituye un factor "estratégico para el tejido económico de la provincia" de Sevilla y ha detallado que el plan de ajuste promovido por el consorcio aeronáutico Airbus en su división de Defensa y Espacio implica 210 despidos entre las plantas sevillanas de San Pablo y Tablada, encargadas de las líneas de ensamblaje de los aviones de transporte militar A400M y C295.
Además, ha avisado de que este "ajuste" podría afectar a muchos otros empleos en el sector auxiliar en el que se apoyan las mencionadas plantas de Airbus, llamando a no dar "pasos atrás en la garantía de estabilidad y el futuro" de las plantillas y de la fabricación de productos aeronáuticos en Sevilla.
"Queremos mostrar la disconformidad con cualquier medida de ajuste que implique precariedad laboral. No podemos ser cortoplacistas y poner todo el encaje de la viabilidad empresarial exclusivamente en los despidos, sino abordar una actuación estratégica que busque soluciones alternativas de competitividad y rentabilidad", enfatiza la declaración institucional, en un contexto en el que sobre Airbus pesa la prórroga de la prohibición de exportaciones a Arabia Saudí por parte de Alemania, provocando la revisión de futuras entregas por parte del consorcio aeronáutico europeo.
Durante 2019, en cualquier caso, se entregaron 14 aviones de transporte militar A400M, toda vez que a mediados de ese año, Airbus y los seis países clientes de este modelo de avión (Alemania, Francia, Reino Unido, España, Turquía, Bélgica y Luxemburgo) acordaron una modificación en el contrato inicial, reduciendo el ritmo de la producción de estas aeronaves al objeto de prolongarla por una década.
