Sevilla.-El Hospital de Valme estudia a más de 10.000 gestantes en tres años gracias a su Cribado de Defectos Congénitos

Actualizado: jueves, 3 abril 2008 19:20

SEVILLA, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Hospital Universitario de Valme (Sevilla) ha estudiado a más de 10.000 gestantes en los tres últimos años gracias a su Programa de Cribado de Defectos Congénitos, un protocolo asistencial de detección de malformaciones genéticas "pionero" dentro de la red pública sanitaria andaluza.

A lo largo de este período, este centro ha valorado la totalidad de los embarazos de su área asistencial, sin restricciones de mayor o menor riesgo y siendo las anomalías cardíacas y el síndrome de down los principales defectos congénitos detectados.

El objetivo de este programa es reducir la tasa de defectos congénitos no conocidos al nacimiento, que está establecida en el tres por ciento, según informó hoy este hospital, que destacó que su implantación le ha permitido reducir ese porcentaje al uno por ciento.

Ello también ha posibilitando informar a los padres de los problemas que puedan presentar sus niños y tomar decisiones sobre el embarazo en una edad gestacional donde sea posible. Además, el centro hospitalario facilita a los progenitores, en aquellos casos que sea necesario, el acceso a la terapia fetal para paliar problemas futuros en los recién nacidos.

Este programa asistencial consiste en la realización de un cribado combinado en el primer trimestre de embarazo junto a una ecografía morfológica correspondiente a las 20 semanas de gestación. Son pruebas diagnósticas realizadas por profesionales acreditados que utilizan tecnología de gama alta.

La característica diferencial del cribado que se desarrolla en Valme respecto a otros centros es su aplicación universal que garantiza la equidad; es decir, se realiza a la totalidad de las gestantes de este área sanitaria, puesto que, según los responsables del servicio, "no existe un grupo de riesgo de embarazados establecido y tales defectos se pueden producir a cualquier edad de las gestantes".

Como consecuencia de ello, no tiene en cuenta el indicador de la edad superior a los 35 años para la aplicación de técnicas invasivas; sino que, por el contrario, las lleva a cabo si los resultados del cribado lo estiman necesario. Ello también ha permitido reducir tales técnicas en un 76 por ciento y con idénticas garantías en el diagnóstico.