La actividad de las siete estaciones de esquí aragonesas genera, entre 2003 y 2009, 6.313 contratos indefinidos

Actualizado: miércoles, 10 marzo 2010 15:50

Según un informe del Servicio de Estudios de Ibercaja y el Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo

ZARAGOZA, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -

El 'turismo blanco' generó entre 2003 y 2009, 6.313 contratos indefinidos y 42.139 contratos de carácter temporal y, sólo en la última temporada, 2008-2009, hubo un gasto en consumo de 237,7 millones de euros. Así lo pone de manifiesto el estudio elaborado conjuntamente por el Servicio de Estudios de Ibercaja y el Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal.

El análisis, con datos para las campañas invernales transcurridas entre 2003 y 2009, evalúa el impacto, en términos económicos y de empleo, que genera el esquí en las zonas de influencia de las siete estaciones aragonesas: Cerler, Formigal, Panticosa, Javalambre y Valdelinares, del Grupo Aramón, y Astún y Candanchú.

Ese análisis detecta cómo la actividad, tanto en empleo como en consumo, ha seguido una trayectoria creciente, como lo confirman que en la primera temporada analizada el consumo fue de 144 millones de euros, frente a los 237 de la última estudiada, y que en ésta, pese a la crisis, sigue creciendo el empleo fijo con la rúbrica de 812 contratos, además de los 7.025 estacionales.

MOTOR ECONÓMICO

Las estaciones de esquí se han consolidado en los últimos años como auténticos motores de desarrollo económico y demográfico en las áreas donde se localizan. El estudio determina la magnitud del gasto en consumo final que generan los esquiadores en dos vertientes. Por una parte, el gasto directo que efectúan ellos mismos --forfaits, alquileres, restaurantes, alojamientos-- y, de otro lado, el gasto inducido necesario para abastecer esos servicios --suministros, gastos de alojamiento de los trabajadores de estaciones y hostelería--.

Igualmente, las estimaciones distinguen entre esquiadores que pernoctan en el entorno de las estaciones, esquiadores que no pernoctan allí y turistas no esquiadores que se aproximan a las estaciones durante la temporada.

El gasto en consumo final del agregado de estos tres colectivos aumenta en paralelo a la creciente afluencia de esquiadores a las estaciones de la región, que ha crecido un 50 por ciento en el periodo analizado.

En 2004-2005 se registraron 1,2 millones de esquiadores, que generaron un consumo de 144,5 millones. En 2008-2009, se alcanzaron los 1,8 millones de usuarios, cifrándose el gasto total en 237,7 millones de euros. De este importe, 138,9 millones de euros son gasto directo y 98,7 se originan por el comentado efecto inducido.

En cuanto a la distribución sectorial, el estudio subraya que las estaciones de esquí absorben únicamente el 22,7 por ciento de ese gasto, mientras que los restaurantes ingresan el 23,7 por ciento, los servicios inmobiliarios el 20,2 por ciento, los alojamientos turísticos el 12,9 por ciento, el transporte de viajeros el 7,7 por ciento y el comercio el 2,5 por ciento.

DINAMISMO DIFERENCIAL DEL MERCADO DE TRABAJO

El estudio constata que este entorno está resistiendo mejor a la crisis. De hecho, en el conjunto de las comarcas con estación, el número de nuevos contratos indefinidos registrados entre 2003 y 2009 asciende a 6.313, habiéndose formalizado también 42.139 contratos temporales en el mismo período. Y que en 2008-2009, en pleno estallido de la crisis económica se generaron 812 contratos fijos y 7.025 temporales.

El informe concluye con una serie de recomendaciones sobre líneas estratégicas que podrían impulsarse en el futuro para ampliar el potencial de desarrollo empresarial y laboral en estas zonas: diversificación de actividades; planteamiento de ofertas integrales y complementarias; promoción de alianzas estratégicas y acuerdos de colaboración; utilización intensiva de las nuevas tecnologías; acceso a la vivienda para los trabajadores no residentes en las comarcas; ruptura de la estacionalidad; formación y cualificación a través de políticas activas de empleo.

La metodología utilizada para calibrar el impacto económico parte de la investigación llevada a cabo por el Grupo ECAS para la publicación 'El turismo de montaña en Aragón. Efectos económicos y territoriales', editada por Aramón en 2005. Mientras, para la sección del mercado de trabajo, las fuentes estadísticas han sido las bases de datos del Servicio Público de Empleo Estatal y de la Seguridad Social.