Castilla-La Mancha trató de 2003 a 2005 un total de 560 casos de tuberculosis, de los cuales un 20,7% tuvo factor riesgo

Actualizado: viernes, 24 noviembre 2006 14:25

TOLEDO, 24 Nov. (EUROPA PRESS)

Castilla-La Mancha ha tratado del 2003 al 2005 un total de 560 casos de tuberculosis, de los que un 20,7 por ciento tenían algún factor de riesgo, según informó hoy el consejero de Sanidad, Roberto Sabrido durante la presentación del Programa de Control y Prevención de la Tuberculosis en la región, en el que han participado más de 100 profesionales de la atención hospitalaria.

En rueda de prensa, Sabrido indicó que la Comunidad Autónoma se sitúa por debajo de la media nacional. Así, en 2005 la tasa de tuberculosis respiratoria fue de 9,61 por 100.000 habitantes y en España estaba en 12,49.

Asimismo, explicó que la región ha ido creciendo en incidencia desde 2003 hasta 2005, incrementándose en 12,8 por ciento. En este sentido, afirmó que el Gobierno regional quiere invertir esta tendencia y por ello crea programas de este tipo que están recomendados por la Organización Mundial de la Salud.

Sabrido manifestó que la localización más frecuente es la pulmonar tanto en mujeres como en hombres, y el número de grupos que más casos aporta es el de 25 a 34 años, seguido por el del 35 a 44, o 75 a más y señaló que la tuberculosis es una enfermedad que está emergiendo en el mundo en general, tanto en los países desarrollados como en los subdesarrollados.

El objetivo del programa es plantear nuevos enfoques para reorientar las actuaciones de control y prevención de la tuberculosis con la perspectiva de eliminar esta enfermedad como problema de salud, al mismo tiempo que marcará líneas estratégicas a seguir para identificar a las personas con tuberculosis activo o las que han tenido relación con estos enfermos.

La finalidad del Gobierno autonómico es lograr una reducción anual entre el 5 y el 10 por ciento de la incidencia de nuevos casos de tuberculosis y para ello se realizarán las investigaciones operativas necesarias para eliminar esta enfermedad, adiestrar y formar al personal de salud y a la población.

Finalmente, apuntó que las causas del aumento de casos en estos últimos años puede deberse a las condiciones de hacinamiento en las que viven los inmigrantes y la mala alimentación, además de la relajación social existente de creer que es una patología ya erradicada y banal.