SEGOVIA, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
La autora Isla Correyero ha recogido el galardón de la XXXI edición del Premio Internacional de Poesía Jaime Gil de Biedma que concede la Diputación de Segovia y que en esta edición ha reconocido a su obra 'Japonesas'.
Así, este poemario de amor lésbico en el que tres atmósferas del amor conviven para dar vida a sus versos: el amor en plenitud, el amor roto y de desesperación, y el amor que abre una ventana a la esperanza y la recuperación, ha sido seleccionado de entre más de 1.700 obras por lo que se ha hecho con los 10.000 euros del premio.
El accésit, dotado con 3.000 euros, ha sido otorgado al sevillano Diego Vaya por su 'Pulso solar', un autor ya conocido por su triunfo en el premio Gil de Biedma de Nava de la Asunción con la obra 'Trilogía del dólar'.
El coordinador del premio, Gonzalo Santoja, ha manifestado que un año más el premio "alumbra" dos poemarios importantes: 'Pulso solar', que celebra los instantes en el paraíso cotidiano, y 'Japonesas', "canto de amor y canto de vértigo".
'JAPONESAS'
Por su parte, el presidente de la Diputación de Segovia, Miguel Ángel de Vicente, ha señalado que "cuando se entrega un premio a quien es Isla y en sus escritos está bañada de amor y de desconcierto, de desesperación y de recuperación, de atrevimiento y metáforas, el discurso se complica, ¿cómo le das la palabra a quien es capaz de hacer poesía siendo tan versátil en sus versos y a la vez tan constante y firme en sus ideas?".
Así se ha referido a la autora ganadora, Isla, el seudónimo de Esperanza.
Además, Santoja ha destacado de la obra 'Japonesas' su "amor y vértigo", definiéndolos como los "manantiales" de los que bebe una "obra de exaltación de la dicha y de desolación y extrañamientos".
La autora, Isla, ha señalado que "la poesía no salva, pero sí alivia" señalando que se sintió "feliz" cuando la comunicaron la concesión del premio por lo que suma suma "un día más de felicidad a los catorce que la vida la ha otorgado", a lo que ha añadido qye "tal y cómo está la literatura, el mundo impone a los poetas aprender a esperar".
Correyero, además, definía sus 'Japonesas', en el que entre otros versos se incluyen haikus que se alejan de los cánones establecidos, como "la historia de dos chicas adolescentes con una historia de amor en la que se entregan la una a otra desviviéndose para darse la vida y cuidarse en la muerte".
La escritora reconocía también haber "intentado con este libro apostar por la incertidumbre, el riesgo, la confesión, el juego, la frustración, lo fantasmal y el orgullo por lo no dicho antes, pero sobre todo esta vez, volver al endecasílabo, en una marcha atrás, ahora que casi todos los poetas escriben sus poemas en verso libre".
EL ACCÉSIT, 'PULSO SOLAR'
En lo que respecta a la obra ganadora del accésit, 'Pulso solar', Santoja ha destacado su cotidianeidad, calificándolo como "un libro en el que los secretos del corazón se proclaman y donde el amor cotidiano, sus nostalgias, miedos y pequeñas desazones, se invocan con imágenes, como quería Machado, sencillas".
Su autor, Diego Vaya, ha señalado que su poemario cuenta con tres pilares, ejemplificados en su hijo, en el amor de su mujer y en su madre, fallecida hace años, y concluía admitiendo que no quería hacer un libro donde se abriera tanto al lector, pero que, como ocurre en la mayoría de los poemarios ganadores del Premio Internacional de Poesía, "a veces la poesía se impone".
Además, ha puesto de manifiesto que la labor cultural con la poesía de la Diputación de Segovia "es impagable" y ha explicado que el Gil de Biedma "es un premio de mayor referencia en este país".
