VALLADOLID, 29 (EUROPA PRESS)
El sistema de información sobre las repercusiones en la salud de las temperaturas elevadas de Castilla y León registró el pasado verano 392 --más del doble que el año pasado, cuando se produjeron 174-- asistencias a 380 pacientes --frente a 169 en 2014--, de los cuales 84 tuvieron que ser ingresados en centros hospitalarios --29 el año anterior--, aunque no se registró fallecimiento alguno por este motivo, igual que el verano pasado.
Estos datos se corresponden con un verano que en Castilla y León se ha caracterizado por ser extremadamente cálido en extensas áreas de la Comunidad, donde las temperaturas medias estacionales superaron en más de dos grados a los valores normales, mientras que sólo puede considerarse muy cálido en cuatro pequeñas áreas situadas en el noroeste, centro y este de la Región con anomalías térmicas que llegaron a superar un grado.
En el conjunto del país, el verano ha sido el más cálido desde 1961, sólo superado por el de 2003, y tuvo como hecho más destacado la ola de calor de gran intensidad y duración que afectó de forma continuada a gran parte de España, sobre todo al interior y al sur del territorio peninsular, desde el día 26 de junio hasta el 29 de julio.
