REUS (TARRAGONA), 12 Ago. (EUROPA PRESS) -

El sindicato agrario Unió de Pagesos ha culpado a los grandes distribuidores, que controlan cerca del 90% del mercado del aceite de oliva, de la fuerte caída de los precios --por encima del 30% en 2010 tanto en virgen extra, virgen y refinado, respecto a las campañas de 2005 a 2008-- y de haber generado pérdidas de unos 36 millones de euros a los productores catalanes.

Miquel Blanch, responsable nacional del sector del sindicato, ha exigido en Reus a las administraciones catalana y central que investiguen la posición dominante de estas compañías a la hora de fijar precios, que podría vulnerar la legislación, y que controlen la calidad del producto y su correcto etiquetado.

Ha pedido una fiscalidad adecuada al hundimiento de precios, por debajo del coste de producción.

Según Unió de Pagesos, casi el 60% del aceite de oliva del mercado (el 44% del virgen extra) que se vende en España es de marca blanca.

El control cualitativo que realiza el sindicato indica que los aceites comercializados con marca blanca como virgen extra en las grandes superficies "linda con los límites exigidos", por lo que UP recomienda a los consumidores que desconfíen de las ofertas por debajo de los cuatro euros el litro.

En este contexto, Blanch ha solicitado una marca que ponga en valor los aceites catalanes de proximidad.