BARCELONA, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Salón Náutico Internacional de Barcelona arranca este miércoles con la pretensión de alcanzar 70.000 visitas, una cifra inferior a las 108.000 de la anterior edición teniendo en cuenta la reducción de los días de exposición.
El certamen concentrará por primera vez en sus 51 años de historia toda su oferta en el Port Vell y se adelanta de las fechas tradicionales en noviembre a finales de septiembre, en un "año de cambios" para adaptarse a la crisis y a la situación difícil de las empresas, según ha explicado el presidente del salón, Luis Conde.
El evento deja atrás el modelo mixto que tenía desde hace once años con el que dividía la exposición entre el puerto, donde se exponían los barcos de gran eslora, y el recinto Gran Via de Fira de Barcelona, donde se mostraban las embarcaciones de menor tamaño.
En la 51 edición, con 52.000 metros cuadrados de superficie, participarán 267 empresas, frente a las 324 del año pasado, y se expondrán 155 embarcaciones en el agua, 25 más que en 2011, ya que se reduce la eslora necesaria para formar parte de la muestra flotante, de los 12 metros a ocho.
Además de la exposición flotante habrá la muestra en seco en el Moll de la Fusta, donde se encontrarán productos y servicios náuticos como electrónica y motores, pinturas, velerías, remolques, artículos de pesca, chárter y puertos deportivos, además de pequeñas embarcaciones de menos de ocho metros de eslora.
EXPOSITORES
Deutsche Bank es uno de los expositores que acude al salón y lo hace con una oferta de financiación para la compra de embarcaciones o amarres a un tipo fijo del 9,9%.
Su oferta de productos tiene como objetivo contribuir a las ventas del sector y permitirá financiar la adquisición de cualquier embarcación sin vincularla a otros bienes patrimoniales y con ventajas fiscales.
