Los acusados del crimen de la Guardia Urbana eran conscientes de sus actos, según los psiquiatras

Juicio por el crimen de la Guardia Urbana en la Audiencia de Barcelona con los acusados Rosa Peral y Albert López, el 3 de febrero de 2020.
Juicio por el crimen de la Guardia Urbana en la Audiencia de Barcelona con los acusados Rosa Peral y Albert López, el 3 de febrero de 2020. - DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS - Archivo
Publicado: martes, 10 marzo 2020 16:04

   Fiscalía y acusación particular ponen en duda los informes de los peritos privados contratados por Peral

   BARCELONA, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Los psiquiatras forenses que han estudiado la psicología de los acusados por el crimen de la Guardia Urbana, Rosa Peral y Albert López, han explicado este martes ante el jurado que ambos eran conscientes de sus actos durante y después del crimen, y han descartado ninguna patología.

   Los forenses públicos han explicado que sus pruebas --una entrevista clínica y un test de personalidad-- se orientan a ver si la persona "presenta algún tipo de alteración psíquica que limite su capacidad de decisión en conductas, de saber lo que hace y querer hacer lo que hace", lo que han descartado en ambos acusados.

   Sobre la acusada, los peritos públicos han dicho que durante la entrevista clínica ella describió a su exmarido, Rubén C., como un controlador, y del acusado dijo que "es un poco psicópata" y violento.

   A preguntas de la Fiscalía, han afirmado que vieron una "demonización evidente de Rubén y Albert y una idealización de Pedro", la víctima y pareja de Peral en el momento del crimen.

   Peral explicó a los forenses que encubrió a López tras el crimen porque él la amenazó con hacerles daño a sus hijas, y han señalado en ella una "marcada ansiedad" que atribuyen a que estaba en prisión preventiva, ya que las pruebas las hicieron en septiembre de 2017, cinco meses después del crimen.

PERITOS PRIVADOS

   A Peral también la han examinado los peritos privados contratados por su defensa, quienes han coincidido en señalar su estado de ansiedad y, aunque han descartado que sufriera ningún trastorno, consideran que "sí existe algún tipo de alteración en la capacidad de obrar libremente en cualquier conducta", que atribuyen al miedo que ella expresó hacia el acusado.

   Los peritos privados consideran que, a raíz del deseo de proteger a sus hijas, Peral desarrolló "una limitación de la capacidad de hacer autónoma y libremente", y el fiscal ha puesto en duda que se pueda atribuir esa limitación al miedo a López basándose solo en el discurso de la acusada, ya que los peritos privados no han examinado a López y solo cuentan con la versión de ella.

   El fiscal, Félix Martín, también ha subrayado que el 12 de mayo, un día antes de ser detenida y 11 después del crimen, Peral advirtió a la policía de sus sospechas sobre López, pero no explicó todo lo que pasó esa noche: "¿Qué pasa, que el temor reverencial desaparece a etapas? ¿Le desaparece para decir que sospecha pero no para decir qué pasó?"

   También ha exhibido las llamadas entre los dos acusados para poner en duda que ella tuviera miedo de López y ha mostrado mensajes románticos que ella le escribió con el mismo propósito.

   El abogado de la acusación particular, Juan Carlos Zayas, se ha valido de la opinión de los peritos públicos para poner en duda los informes privados: han señalado como "extrañamente intensa" la puntuación que daban a la ansiedad de Peral, que era de 115 sobre 115.

LÓPEZ ASUME ENCUBRIMIENTO

   Respecto a López, cuyo informe hicieron el 8 de septiembre de 2017, los forenses públicos han señalado que "no había ningún tipo de situación o dato que pudiera hacer sospechar algún tipo de alteración".

   Durante la entrevista, López relató que la noche del crimen fue a casa de Peral porque ella le dijo que "había pasado algo", y al llegar la encontró llorando y le dijo que la víctima, Pedro R., estaba en el maletero del coche.

   López explicó a los psiquiatras que quiso llamar a los Mossos d'Esquadra pero Peral le pidió que no lo hiciera por miedo a perder la custodia de sus hijas: el acusado asumió durante la entrevista clínica que había encubierto a la acusada y los médicos consideran que "sabía lo que había hecho perfectamente".

   También se mostró dispuesto a asumir las consecuencias de haber encubierto a Peral y dijo a los psiquiatras que tenía esperanza en que la condena no fuera superior a cinco años de prisión --la Fiscalía pide 24 por un delito de asesinato-- y los médicos también reflejaron en el informe que López "no encuentra explicación lógica de por qué actuó así y no llamó a la policía".

   A raíz del test de personalidad, los forenses han hallado en el carácter de López elementos istriónicos, compulsivos y narcisistas, lo que relacionan con personas que desean aceptación social y presentar una imagen positiva de sí mismos, y descartan que el acusado tenga ninguna patología que le impidiera ser consciente de sus actos.

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