GIRONA, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
Una intervención arqueológica en la Basílica de Santa Maria de Castelló d'Empúries (Girona) ha descubierto la estructura original de un retablo de alabastro del siglo XV, según ha informado la Agncia Catalana del Patrimoni Cultural en un comunicado.
El retablo habría tenido una base anterior de forma poligonal, con dos escalones, también construida con losas de mármol, que habría sido parcialmente desmontada posiblemente en el siglo XVIII para construir la actual.
En la zona de la nave destaca el descubrimiento de dos tumbas prerománicas de tipo antropomorfo y un muro de grandes dimensiones pendiente de datación y un escondite de munición de más de 400 balas de plomo.
Las excavaciones forman parte de un proyecto de investigación del Institut d'Estudis Empordanesos en el marco del Plan de investigación y paleontología catalanes de la Generalitat.
El plan de trabajo de la campaña de excavaciones, que finalizó la semana pasada, tenía el objetivo de demostrar que los resultados obtenidos por la exploración de georadar en 2007, que demostró indicios de construcciones anteriores, y estudiar el subsuelo de la cabecera, en el punto donde se encuentra el retablo de alabastro.
La intervención consistió en abrir una cala en un punto donde se suponía podían encontrar restos de los muros de la iglesia románica, y la excavación puso de manifiesto la gran alteración que provocó sobre el terreno la construcción del edificio gótico, hallando el gran fundamento de uno de los pilares de la nave y diversos agujeros de construcción a su alrededor.
Los trabajos estaban dirigidos a estudiar la fundamentación del ábside de la iglesia gótica y han confirmado que la cabecera original estaba pavimentada con las mismas losas de mármol que hay actualmente, y que alojaba un primitivo coro y un retablo de madera.
Este retablo fue sustituido por el actual, de alabastro, que se comenzó a hacer a mediados del siglo XV, y estudios realizados ya apuntaban que había sido modificado a lo largo del tiempo, especialmente en el siglo XVII, con los pináculos que lo coronan.
Una cala realizada en un ángulo de su base ha permitido confirmar la hipótesis de que el retablo habría tenido una base anterior de forma poligonal, que habría sido desmontado, y que tuvo que sacrificar algunas piezas.
