Educadores sociales piden más recursos y menos rotación en los centros de menores tutelados

BARCELONA, 25 May. (EUROPA PRESS) -

El Colegio de Educadoras y Educadores Sociales de Catalunya (Ceesc) ha pedido destinar más recursos para los centros residenciales de menores tutelados para reducir la alta rotación de profesionales, así como una justificación y revisión de las externalizaciones, como parte de la transformación de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (Dgaia) de la Generalitat.

El vicepresidente de la Junta de Gobierno del Colegio de Educadoras y Educadores Sociales de Catalunya (Ceesc), Albert Font-Tarrés, ha explicado a Europa Press que los servicios de atención a la infancia y la adolescencia "están sobresaturados desde hace años".

Fuentes del Sector Social de la CGT consultadas por Europa Press han criticado las externalizaciones y el "pequeño monopolio" que a su juicio hay en la Dgaia, con la mayoría de centros concentrados en manos de pocas entidades, lo que afirman que repercute en la calidad de la atención y la fiscalización de los recursos.

CEESC

Font-Tarrés ha dicho que en los casos en que la Generalitat asume la tutela, que deberían concentrar la mayor parte de atención y recursos, es en los que se opta por versiones "baratas" mediante externalizaciones, lo que afecta la calidad del servicio y precariza a la mayoría del sector.

Esta situación causa una alta rotación entre profesionales, puesto que son conscientes de la falta de recursos y, textualmente, de su poca capacidad de hacer su trabajo con dignidad: esto es particularmente nocivo en un trabajo basado en el vínculo, en el que hace falta "estabilidad, confianza y relación entre personas", y dificulta la generación de referentes adultos positivos.

En esa línea, un informe del pasado abril del Col·legi Oficial de Treball Social de Catalunya (Tscat) recogía que el 52,3% de trabajadores sociales que abandonan el sector lo hacen debido a los bajos salarios, una carga "excesiva" de trabajo y la falta de recursos para hacerle frente, y pedía una "actualización y mejora" de los convenios colectivos y formaciones de apoyo emocional y gestión del estrés.

Otra de las cuestiones a abordar, según Font-Tarrés, es que hay personas trabajando con titulaciones inferiores a las requeridas --como el grado universitario--, y no se debe a la falta de profesionales, puesto que cada año salen de la universidad muchos graduados: "Es culpa de las condiciones de trabajo y laborales, del sueldo y de la situación en que trabajan".

Font-Tarrés ha explicado que el sector está muy fragmentado y eso dificulta el seguimiento de los recursos de la Dgaia, ante lo que ha pedido una mejora de los mecanismos de control; entiende que encabezar la Dgaia es una de las responsabilidades sensibles dentro de un gobierno, pero pide una acción conjunta de todos los departamentos de la Generalitat y evitar crear dispositivos según la "moda" del momento o según lo que diga la opinión pública.

CGT

Fuentes de CGT han coincidido en criticar las externalizaciones y cómo se gestionan y ha apuntado que, en términos generales, hay una diferencia salarial "muy grande" entre los profesionales del sector público --una minoría-- y los del privado, con diferencias de hasta 700 euros en sueldo neto.

Aseguran que, con esta dinámica, "el sentimiento de pérdida, la falta de confianza y el abandono" son continuos en los menores: si un adolescente tiene cada pocos meses un referente nuevo, no le van a contar traumas o intimidades, lo que dificulta, entre otros, la prevención de casos de abusos como el destapado recientemente.

CGT insiste en que intervenir en prevención y en atención primaria es "mucho más económico" que hacerlo cuando el menor ya está en un centro residencial, que es el último recurso, el más caro y el que más externalizado está.

El sindicato pide también que se reconozcan y remuneren debidamente la formación y la carga emocional de estos trabajos, y coinciden a señalar la problemática respecto a las titulaciones: "No se puede cubrir la plaza de un médico con la de una enfermera".

Además, aseguran que la mayoría de centros externalizados terminan en manos de unas pocas entidades, lo que por un lado, reduce la transparencia y el control de los gastos y, por el otro, dificulta que se reporten las irregularidades, puesto que es fácil identificar quién lo hace, como viene criticando el sindicato respecto a los casos recientes.

En ese contexto, lamentan que la Dgaia se haya reunido con la "cúpula" del tercer sector en vez de con los profesionales que trabajan con los niños antes de presentar la transformación el lunes, y critican que los cambios siempre se anuncien, textualmente, de forma reactiva.