Foto: GENCAT
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BARCELONA, 15 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Generalitat confía en vender antes de un año la Casa Burés de Barcelona, ubicada en la esquina de las calles de Ausiàs March con Girona, por 18,7 millones.
El último precio al que salió a subasta y que es un 28% menos de lo que pagó por ella en 2009, cuando se la compró al Ayuntamiento de Barcelona, ha explicado a Europa Press el director general de Patrimonio, Salvador Estapé.
El cuarto intento de subasta de dicho edificio quedó desierto en junio y, a partir de entonces, la Generalitat tiene un plazo de un año para intentar colocarlo en venta directa --ya lo hizo tras la segunda subasta desierta, sin resultados--.
Estapé ha atribuido la tardanza a que se trata de un inmueble que requiere una gran inversión porque se encuentra muy deteriorado, y además cuenta con partes protegidas al estar catalogado por su interés arquitectónico.
Con todo, se ha mostrado positivo: "Esperamos que ahora que está a 18,7 millones lo podamos vender"; será para el primer interesado que haga un depósito del 25% del precio de venta.
"Ha estado durante muchos años vacío, tiene un grado importante de deterioro y requiere unas inversiones que no permiten rendir en el primer momento, aunque es un edificio atractivo con un nivel alto de interés y visitas", ha argumentado.
Ha añadido que la gran mayoría de los que se han interesado ha sido para desarrollar un proyecto hotelero pero, en función del número de habitaciones que salen, "no deben haber llegado los números a encajarles y por eso no han comprado".
