Jonathan Franzen explora la familia en 'Encrucijadas' porque es donde los personajes "se revelan"

BARCELONA, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -

El novelista estadounidense Jonathan Franzen ha reconocido este miércoles que, tanto en su último volumen, 'Encrucijadas', como en otros de su obra, ha escrito sobre la familia porque en su seno los personajes "se revelan a sí mismos".

En una rueda de prensa telemática --el día en que ha salido el libro en catalán, publicado por Editorial Empúries, y un día antes de que lo haga en castellano, por Salamandra--, ha explicado que su objetivo como novelista es "explicar una buena historia, que involucre personajes grandes y complejos".

Los personajes muestran su verdadera cara en momentos de intensidad, y dichos momentos se encuentran habitualmente en el seno de la familia: "Gravito hacia las estructuras familiares porque es donde puedo llegar rápidamente a la esencia de quién es un personaje", ha explicado el autor de 'Las correcciones'.

Franzen ha añadido que suele usar el matrimonio como material literario, a menudo no de una forma feliz, porque durante su adolescencia sus padres no formaban una pareja bien avenida: esta experiencia, según ha explicado, está en el "centro" de por qué se convirtió en novelista.

Así, 'Encrucijadas', situada en 1971, describe un momento de la historia cultural de Estados Unidos en la que empezó una conciencia feminista y se popularizaron los divorcios: Franzen ha asegurado que ha querido "centrarse en un matrimonio como lo hubiera sido en aquella época".

La familia protagonista, los Hildebrandt, está formada por Russ, el padre, pastor adjunto de una parroquia cristiana de las afueras de Chicago, pero que duda si dejar a su esposa, Marion, un personaje más inteligente pero "completamente invisible".

Los hijos son Clem, que va a la universidad y está formando su conciencia más crítica y política; Becky, la chica popular del instituto que se plantea su espiritualidad; Perry, un adolescente superdotado que trafica con drogas y quiere ser mejor persona; y Judson, el menor.

Dada la profesión del padre, la religión es otra cuestión central del libro --'Encrucijadas' es el nombre de la escuela dominical a la que asisten los hijos--, así como los problemas con las drogas que personifica Perry y la contracultura que trae Clem del ambiente universitario.

EXPERIENCIA PERSONAL

Franzen, que también creció en la conurbación de Chicago, fue a la escuela dominical --una especie de catequesis protestante-- y sus padres formaban parte de una congregación.

Él mismo, a través de la iglesia, se sumergió en ambientes más izquierdistas y tuvo contacto con personas desfavorecidas en un contexto más parecido a una terapia grupal en la que llorar estaba bien visto; esas reuniones "no eran muy religiosas aunque estuvieran apuntaladas en una iglesia" y se hablaba de la fe pero sin leer la Biblia.

MITOLOGÍAS EN MOMENTOS DE CRISIS

Preguntado sobre su visión del mundo actual, Franzen ha asegurado que la población, en momentos de crisis, está asustada, no piensa racionalmente y busca "mitologías" que les reconforten.

"Los activistas piensan que los seres humanos pueden mejorar, pero mis pies están firmemente anclados en la literatura con una visión más trágica: que los humanos no cambiamos. Y si lo hacemos es temporalmente, para volver a peor", ha dicho.

En este sentido, ha dicho que hay ejemplos en la historia de eso: los genocidios del siglo XX que siguieron a décadas de progreso, o, más actualmente, "políticas nacionales bastante parecidas al fascismo" en Estados Unidos.

Franzen ha detallado que 'Encrucijadas' será la primera parte de una trilogía que siga a los Hildebrandt durante generaciones --titulada precisamente 'Una clave para todas las mitologías'-- de la que ya ha empezado a escribir el segundo volumen, pero no ha aclarado qué personajes repetirán ni tampoco tiene claro qué les va a suceder.