La Pedrera analiza en una exposición la relación entre la música y el nazismo

Actualizado: lunes, 26 febrero 2007 17:50

BARCELONA, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Pedrera de Barcelona analiza en la exposición 'La música y el Tercer Reich: de Bayreuth a Terezin' la relación entre la música y el nazismo a través de 300 piezas y que refleja su uso por parte del aparato de propaganda del régimen de Hitler.

La exposición reúne pinturas, dibujos, grabados, películas, partituras, material gráfico, grabaciones sonoras y documentales, que muestran los esfuerzos del régimen nazi para imponer un cierto ideal de tradición y creación musical germanas a la vez que silenciaba la voz de la llamada 'música degenerada', capitaneada por el jazz y la música de vanguardia.

'La música y el Tercer Reich: de Bayreuth a Terezin' también dedica un ámbito a la música del campo de concentración de Terezin, donde fueron recluídos artistas y compositores, para demostrar la capacidad del ser humano para crear bajo las condiciones más extremas y adversas. La muestra de Barcelona amplía en un centenar la piezas la celebrada en la Cité de la Musique de París hace tres años.

El comisario de la exposición, Pascal Huyhn, aseguró hoy que para Adolph Hitler la música y la arquitectura "eran las artes" y podían ser un vehículo para demostrar la "pretendida superioridad cultural alemana" respecto al resto de países. El emblema utilizado por los nazis para denotar esta superioridad fue el compositor Richard Wagner.

Huyhn remarcó que el nazismo tuvo tanto un programa político como estético que se puede ver como una "revolución conservadora" contra la anterior República de Weimar y con unos cánones que iban en contra de las vanguardias, con la que quería domesticar la cultura y erradicar cualquier elemento no alemán.

La exposición 'La música y el Tercer Reich: de Bayreuth a Terezin' se inicia con un ámbito dedicado a la "quintaesencia" de la política oficial nazi con Wagner y Anton Bruckner como símbolos. La muestra se abre con el documental en el que se ve la inauguración del busto de Bruckner en Wallhala, que Hitler vio como una anticipación política de la anexión de Austria.

Hitler sintió "afinidad" con Wagner, explicó el comisario, cosa que hizo que la interpretación de sus grandes obras en el Festival de Bayreuth o los congresos del partido nazi en Nuremberg exaltara a la unión del pueblo alemán en torno a los valores nacionalsocialistas.

'ARTE DEGENERADO'.

El segundo ámbito de la exposición es el dedicado a la creación, tanto de los artistas oficiales, clasicistas, como los de 'arte degenerado', las vanguardias. Huyhn explicó que a partir de 1937 se llevó a cabo en Munich una exposición anual de arte alemán, un año en el que también se llevó a cabo otra de 'arte degenerado'.

Un año después se hizo lo mismo en Dusseldorf con la música, en la que se difamó obras de Kurt Weill, jazz u opereta judía. La música oficial del régimen eran las óperas románticas y el drama wagneriano, que tenían en el Festival de Bayreuth su plataforma anual.

La tercera parte de la exposición se dedica al aparato de propaganda del régimen, que utilizó acontecimientos como los Juegos Olímpicos de Berlón o el propio Bayreuth como vehículo para mostrar las 'bondades' del nazismo mostrando una comunidad alemana unida e indisoluble.

La radio se suma como nuevo medio para propagar el nazismo, en unos años en que la vida musical germana está ligada a asociaciones como las Juventudes Hitlerianas y los movimientos de masas, con un componente ideológico patente.

CAMPO DE CONCENTRACION DE TEREZIN.

El último de los ámbitos de la exposición es la dedicada al exilio, la resistencia y el campo de concentración de Terezin, cercano a Praga, que fue concebido por los nazis como un 'campo modelo' para funciones como escaparate y por el que pasaron gran número de artistas previo paso a Auschwitz.

La exposición se cierra con obras de artistas que fueron recluidos en Terezin y la equipación que llevaba la orquesta del campo de concentración. Este campo fue el que se enseñó a la Cruz Roja "debidamente camuflado" para rebatir las acusaciones de maltrato y exterminio de prisioneros.

El director de la Fundació Caixa Catalunya, el escritor Àlex Susanna, aseguró que con esta exposición La Pedera "abre el abanico" de sus muestras y aúna exposición con uno de sus actividades, la música.

La exposición se completará con las conferencias 'Lengua y exterminio' con la participación de historiadores y lingüistas y el ciclo de conciertos 'Música de Terezin', en el que se interpretarán piezas compuestas en este campo por parte de Hans Krása, Gideon Klein, Víktor Ullmann y Pavel Haas.