MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
The Dodos publicaron el pasado mes de febrero 'Individ', su sexto disco de estudio, y este mes visitan España para presentar en directo las canciones que componen este trabajo.
En total ofrecerán tres recitales, el día 21 en Barcelona (en Sidecar), el 22 en Madrid (en El Sol, dentro del ciclo SON Estrella Galicia) y el 24 en Pontevedra (Karma).
The Dodos es un grupo experimental estadounidense en activo desde 2005 e integrado por los músicos Meric Long y Logan Kroeber.
Su germen fue Dodo Bird, el proyecto unipersonal que montó el multiinstrumentista Meric Long, y que dio como fruto discográfico un EP homónimo en 2006.
Luego apareció en escena Logan Kroeber, colega de Long con especial predilección por la parte experimental de la batería y el metal progresivo, y pasaron a ser un dúo de indie rock --que en directo a veces han ampliado la formación hasta trío o cuarteto-- ya bautizado como The Dodos.
Long sumó a las querencias de Kroeber su apego por los ritmos del oeste africano y los arpegios del blues rural y se pusieron en marcha con un álbum de debut, 'Beware Of The Maniacs' (2006), que les tuvo girando durante la mayor parte del año siguiente.
Su base de fans creció gracias a su intensidad sobre el escenario, y también creció el interés que despertaron en el mundo alternativo. El sello Frenchkiss les echó el lazo y puso en circulación su segundo disco, 'Visiter' (2007), que les colocó ya en los escaparates importantes.
Desde ese pedestal han salido sus dos siguientes trabajos: 'Time To Die' (2009), que producido por Phil Ek y con la ayuda del vibrafonista eléctrico Keaton Snyder les llevó a explorar un sonido más elaborado, atmosférico y sedado; y 'No Color' (2011), en el que, con Neko Case como estrella invitada, tiraron de un tratamiento más similar al de 'Visiter', al primar lo inmediato en su pop experimental de guitarras y ritmos galopantes.
Su sucesor, 'Carrier' (2011), estuvo marcado por el fallecimiento de su músico de gira Chris Reimer (guitarrista también de Women), de manera que en sus melodías agridulces, la marca de la casa, se percibía un halo de tristeza.
