Tratar las piscinas con CO2 en lugar de ácido clorhídrico reduce la emisión de tóxicos

Dispositivo para medir la contaminación del aire en la superficie de una piscina
UAB
Actualizado: lunes, 27 septiembre 2010 15:40

BARCELONA, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -

Tratar el agua de las piscinas con dióxido de carbono (CO2) en lugar de ácido clorhídrico (HCl) reduce la toxicidad de los compuestos que emanan de la superficie, mientras que es igual de eficaz para reducir el pH del agua, según un estudio llevado a cabo por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).

La investigación, llevada a cabo durante cuatro años en dos piscinas de la UAB y una tercera del Consejo Catalán del Deporte por parte del Servicio de Actividad Física de la universidad y los departamentos de Ingeniería Química y de Química, ha comparado la utilización de ambas sustancias en combinación con hipoclorito sódico (NaClO).

De este modo, los investigadores concluyen que la utilización de CO2 es mejor para mantener la higiene en las piscinas, tras el análisis continuado de la composición del agua y el aire más próximo a la superficie --el que respiran los nadadores--, y que también publica la revista 'Chemosphere'.

El estudio coincide con el presentado hace dos semanas por el Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (Creal) y el Instituto de Investigación del Hospital del Mar de Barcelona (Imim), según el cual nadar en piscinas cubiertas tratadas con cloro puede provocar mutaciones genéticas y alteraciones respiratorias.

Dicho estudio ya afirmó que los desinfectantes utilizados en las piscinas provocan efectos adversos en la salud al combinarse con restos orgánicos, si bien dichos efectos pueden limitarse utilizando gorro de baño, duchándose y evitando orinar en el interior del agua.

MEJOR CO2

El estudio de la UAB señala la existencia de "ventajas muy claras" en la utilización de CO2, como por ejemplo la imposibilidad de mezclar accidentalmente el ácido clorhídrico y el hipoclorito sódico, que provoca una reacción química que libera grandes cantidades de gas tóxico.

A pesar de ello, la ventaja adicional inesperada hallada por los científicos pone de manifiesto que el uso de CO2 reduce la formación de sustancias oxidantes, cloraminas y trihalometanos --sustancias nocivas para la salud producidas al reacción del hipoclorito sódico con los restos orgánicos del agua--.

Asimismo, el estudio subraya la existencia de "ventajas medioambientales", ya que además de reducirse la emisión global de CO2 al utilizarlo en las piscinas, también sucede que dicho gas no altera la conductividad eléctrica del agua --como sí sucede con el ácido clorhídrico--, lo que no afecta a los organismos vivos una vez el agua de las piscinas es rechazada al medio.