BARCELONA, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
El escritor mallorquín Valentí Puig narra la decadencia de Barcelona en las falsas memorias 'La vida és estranya' (Proa), protagonizadas por el heredero de una saga noble en horas bajas.
En rueda de prensa en Barcelona este martes, Puig ha explicado que tenía ganas de escribir unas falsas memorias, así como lanzarse a la narración en primera persona --un terreno que no había explorado antes--.
"Me fascina y me repele la Barcelona de hoy, y me fascina la Catalunya profunda que se está transformando y perdiendo el perfil histórico", ha argumentado como principales motivos que le han empujado a escribir esta historia.
La Barcelona que le oprime es la de 2012, entregada a la inmigración, el turismo y la crisis; es una ciudad transformada por un 'boom' hotelero que le da un nuevo 'skyline': "Los años 60 no tienen nada que ver con ahora, hoy hay una avalancha turística marcada por la crisis".
CORRUPCIÓN
En este contexto, Barcelona vive los primeros grandes casos de corrupción --el caso Palau mientras escribía estas líneas--: "Desde el punto de vista del personaje todo decae", ya que hay impostores y especuladores que contribuyen a reforzarle esa idea, como el mecenas nacionalista Befàs.
Puig ha criticado que --con analogías con en el caso Palau, ha apuntado-- el dinero entra por un bolsillo y sale por el otro para ir a parar a los partidos: "Esta forma de financiación de los partidos es una de las cosas más escalofriantes que han pasado, y han provocado una burbuja que ahora está estallando, y esto es un cáncer".
En el libro, Oleguer Regós, hijo de una saga noble, vive recluido en un piso de la calle barcelonesa Petritxol con su hermana, y a sus 60 años se siente extraño en una Barcelona que ha cambiado demasiado, de modo que se pone a recordar su pasado, en especial un antepasado heroico, el general carlista Regós.
No obstante, el protagonista vive en una polaridad porque la semana la pasa en Barcelona yel fin de semana se traslada a Tossals, localidad de la imaginaria Conca del Corema, un pueblo costero que ha pasado a dedicarse al agroturismo, con estos ecos carlistas y nobles de un mundo individualista que solamente piensa en el beneficio económico.
"Es un valle donde la política y el bien común no importan, sino que lo que a la gente le interesa es ganar dinero y comer bien", ha explicado Puig.
Allí cada domingo los vecinos arreglan el mundo en el café del pueblo: "El contraste es decepcionante, y se entrega a la elegía, no hay lugar para la apología".
Este personaje, bastante fatalista, tiene la pretensión de ser historiador y como su entorno le considera un fracasado, decide escribir unas memorias para justificarse y ofrecer su forma de ver la vida: "Es un personaje más inteligente que lúcido", y esta inteligencia le perjudica, sobre todo, con las mujeres.
"La mayor parte del libro no tiene nada que ver conmigo", ha explicado Puig, que ha dotado a su personaje de una buena capacidad de observación sobre los demás, pero no de sí mismo.
En sus páginas hay también un homenaje a Josep Pla: los ires y venires de Barcelona a Palafrugell en las novelas de Pla se trasladan a los ires y venires del personaje desde la Conca del Corema.
El editor Josep Lluch ha considerado que el protagonista de la obra es "potentísimo", y que el conjunto de la novela ofrece retratos impagables, con una densidad literaria poco común, lo que confirma que Puig es un escritor diferente.
Puig publicará el próximo año un dietario --que va de 1986 hasta 1986-- y un nuevo poemario, ha avanzado el escritor.
