Actualizado 01/04/2017 18:23

El Gobierno de Ceuta acusa a las "mafias" del fardo de boicotear cualquier solución en la frontera

CEUTA, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Ceuta cree que las "mafias" del fardo están "boicoteando" cualquier intento de solución en el paso fronterizo del Tarajal, colapsado diariamente por el tránsito de porteadores.

Un boicot cuya mejor prueba, a juicio del portavoz del Gobierno y consejero de Gobernación, Jacob Hachuel, está en el fracaso del reparto de 4.000 tarjetas para limitar el número de personas habilitadas para cruzar el paso fronterizo de mercancías. Apenas un millar de porteadores han recogido su tarjeta. "Si se reparten 4.000 tarjetas y aparecen un millar de porteadores cuando hace una semana eran 10.000, huele a boicot", argumenta Hachuel.

Un boicot que el consejero de Gobernación vio en la noche de este jueves con sus propios ojos, ha explicado. Por tercera noche consecutiva, decenas de vehículos fueron abandonados por sus conductores, presuntos porteadores, en la rotonda de subida a Loma Colmenar, colapsando la N352 que conecta la ciudad autónoma con el paso fronterizo del Tarajal y obligando a España y Marruecos a abrir la frontera a vehículos cargados de mercancía, pese a que no existe una aduana comercial.

"Quieren reventar el sistema y a medida que planteamos soluciones crean problemas", alegó el portavoz del Gobierno de Ceuta, insistiendo en que se trata de una "mafia, una organización criminal" perfectamente organizada y con un propósito.

El portavoz del Ejecutivo de Juan Vivas insistió, como viene haciendo en los últimos meses tras el enquistamiento de los colapsos en la frontera, que entre los propósitos a medio plazo del Gobierno local está acabar con este "comercio tóxico", que, denuncia, vulnera derechos humanos, esclaviza a mujeres, "en las que a veces veo reflejada a mi madre", lamentó el consejero. Un comercio "tóxico" que, subrayó Jacob Hachuel, no deja beneficios a la Ciudad y los empresarios "ni pagan impuestos".

La frontera entre Ceuta y la localidad marroquí de Castillejos (Fnideq) estrenó hace apenas un mes un nuevo paso fronterizo para mercancías en sustitución del vetusto puente del Biutz. Las nuevas instalaciones, más ágiles y con mayor capacidad, tuvieron un efecto perverso, cuadruplicando el número de porteadores, llegando a superar los 10.000 y provocando numerosas avalanchas, especialmente en el lado marroquí.

Una situación que obligó a la Delegación de Gobierno en Ceuta a replantearse el nuevo paso fronterizo que permaneció cerrado hasta esta semana que se procedió a su reapertura limitando el número de porteadores a 4.000 con el reparto de tickets. Un nuevo intento de solución que, de nuevo, ha fracasado. Apenas han usado estos tickets 1.500 porteadores cada día, el resto trata ahora de introducir la mercancía de los accesos a la frontera.