Costa Este de Estados Unidos, de las cataratas del Niágara a los rascacielos de Manhattan

Estatua de la Libertad desde el río Hudson
EP
Actualizado: martes, 18 agosto 2009 13:30

Toronto

La ruta por la Costa Este de Estados Unidos comienza en Toronto. Nada mejor para empezar a integrarse en el ambiente que hacer un recorrido por 'Younge Street', la calle más larga del mundo según el Libro Guiness de los Récords, y centro financiero y comercial de la ciudad, que, además, alberga el Ayuntamiento. El itinerario pueda continuar por Queens Park, donde podemos visitar el Parlamento de Ontario, Chinatown, el Estadio Sky Dome y la Torre Canadian Nacional, que con sus 553 metros es la torre de comunicaciones más alta del mundo.

La excursión continúan en el pueblo Niágara-on-the-lake, que nos conducirá a las espectaculares cataratas del Niágara, un conjunto de grandes cascadas situadas en el río Niágara, en la frontera entre Estados Unidos y Canadá. El grupo está formado por tres saltos de agua diferentes: "las cataratas canadienses" en Ontario, las "cataratas americanas" en Nueva York y las pequeñas "Velos de novia". Para gozar de la mejor vista de este monumento natural, lo más indicado es contemplar las cataratas desde la torres Skylon y Konika Monolta o incluso realizar un vuelo en helicóptero sobre éstas. Por otra parte, los que prefieran recorrer el interior de las cascadas pueden hacerlo en el célebre barco 'Maid of mist'; eso sí, siempre que no les importe ponerse un impermeable y mojarse un poco.

Washington

El recorrido continúa en Washington D.C., la capital estadounidense, donde la Casa Blanca, lugar de residencia de todos los presidentes de Estados Unidos, excepto George Washington, será una de las paradas obligatorias. Lo mismo ocurre con el Capitolio, el Congreso de los Estados Unidos, la Corte Suprema y los monumentos dedicados a los presidentes Washington, Jefferson y Lincon. Además, los turistas podrán visitar las esculturas en memoria a los veteranos de la Guerra de Corea, un conjunto de diecinueve figuras que representan a cada una de las etnias existentes en el país. También merece la pena visitar el memorial a los veteranos de la Guerra de Vietnam, una pieza esculpida sobre 2000 libras de bronce. Y, para los más nostálgicos, la última parada de Washington está en el cementerio de Arlington, un jardín de colinas y árboles de más de 240 hectáreas en el que se pueden encontrar las lápidas de presidente John F. Kennedy, asesinado en 1963, y la del Soldado Desconocido.

Nueva York

Nada mejor para empezar a conocer la Gran Manzana que una visita panorámica por la isla de Manhattan y sus espectaculares rascacielos: el mítico Empire State, el Chrysler o el Pan Am, entre otros. Además, los turistas podrán visitar instituciones como la Columbia University, el Rockefeller Center o el Palacio de la ONU. En esta zona se encuentran también algunos de los museos más importantes del mundo, entre ellos, el Guggenheim y el Metropolitan. Y, justo a la entrada del puerto, el símbolo indiscutible de Nueva York: la estatua de la Libertad. Después, los turistas podrán pasear por el Central Park o acercarse hasta la Zona Cero, anteriormente ocupara por el World Trade Center. Para terminar la jornada, los amantes del arte disfrutarán de lo lindo en el museo MOMA, un espacio de seis plantas diseñadas por Yoshio Taniguchi que alberga obras de artistas impresionistas como Monet y otros contemporáneos como Cindy Sherman.

Boston

Para empaparse del espíritu estadounidense los turistas no deben olvidar desplazarse a Boston, la ciudad más antigua de los EE.UU., que cuenta con zonas como Back Bay, que se formó en el siglo XIX, y con edificios emblemáticos como la Trinity Church o John Hanckok Tower. Otra de las zonas más destacadas es el barrio de South End, donde las casas del Boston clásico se mezclan con los nuevos diseños en vivienda dando lugar a un rico paisaje arquitectónico. Después, los turistas pueden pasear por Beacon Hill, lugar de residencia durante el siglo XIX de los comerciantes acaudalados, para terminar el recorrido en el North End, cuna también en el XIX de defensores de la libertad americana como Paul Revere y en el que en la actualidad residen italoamericanos y yuppies.