Femeval exige "un criterio lineal" para pagar a proveedores porque "es duro que quien más chille se lo lleve"

VALENCIA, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (Femeval), Vicente Lafuente, ha reclamado este martes que el Consell aplique "un criterio lineal" a la hora de saldar sus deudas con empresas y proveedores porque "es duro que al final, quien más chille se lo lleve". "Es difícil tener un criterio común, pero lo que no puede ser es que salga un colectivo en prensa chillando y a los 15 días cobre", ha subrayado.

Así lo ha señalado en la rueda de prensa anual de Femeval, en la que ha alertado de que el criterio actual "genera muchas dudas y factores de distorsión" porque "hay sectores que gritan más, salen más y cobran". A modo de ejemplo, ha destacado que "las farmacias están cobrando en tres o cuatro meses" mientras "los fabricantes de prótesis tardan dos años en poder cobrar de la administración".

"Pongamos criterio en ese tema de pagos porque al final, si damos opción a que quien más chilla cobra antes, rompamos totalmente el mercado y el sistema", ha reivindicado Lafuente.

En este sentido, ha pedido que "haya una horizontalidad" en esos pagos y ha planteado que "si a lo mejor dieran un 10 por ciento a todos los sectores a los que deben, a lo mejor alguna empresa no cerraba o alguna persona de esas empresas conseguiría mantener tres meses el puesto de trabajo". "El criterio es difícil porque todo lo que se debe lo sabe sólo la Conselleria de Hacienda, entonces el criterio que lo apliquen ellos, pero que sea un criterio lineal que ayude a todos porque si no, está rompiendo el mercado", ha dicho.

Para Femeval, las administraciones públicas tienen que "empezar a tomar decisiones valientes porque todos los días se dice lo que hay que hacer y cómo hay que hacerlo, pero en el BOE no se ve que esas cosas vengan reflejadas", y la primera tarea que le reclaman es precisamente que atiendan los pagos a proveedores por considerar que "la mayor generación de desempleo que se está produciendo en estos momentos es por el impago de la administración a las empresas".

En cuanto al nuevo de modelo de pagos apoyado en fondos del Instituto de Crédito Oficial (ICO), ha señalado que "si es verdad, bienvenido sea porque hace falta más que el respirar", aunque ha reprobado los "rumores de empezar a exigir quitas y que los intereses fueran a cargo del proveedor" al considerar que, de confirmarse, sería "una situación falta de ética absolutamente" que "hubiera quitas para que dieran a las empresas lo que les pertenece".

"Estamos teniendo paciencia", ha resaltado el presidente de Femeval, quien asegura que la Generalitat les debe "dos años de los planes de competitividad y dos años de formación" y apuesta por que el dinero para formación se gestione "sin que tenga que pasar por tantas manos" y "no se quede por el camino".

"MANTENER LAS EMPRESAS ABIERTAS COMO SEA"

Lafuente ha insistido en que "hay que mantener las empresas abiertas como sea" y, para lograrlo, aboga por "crear un marco de desarrollo de las empresas en el que puedan ser sostenibles, en el que la empleabilidad de los trabajadores también sea sostenible, muy basado en la formación, en la flexibilidad laboral y en el compromiso por parte de todos de generación de empleo, riqueza y trabajo".

En cuanto a la reforma laboral, cree que "es necesaria y que hay que intentar que sirva para generar empleo". A su juicio, "si continuamos con la recesión en la que estamos y sin conseguir que llegue dinero a la economía real y se dinamice un poco, lo que puede pasar en un principio es que sirva para que la gente pueda despedir antes que hasta ahora y con menos problemas".

"Mientras el escenario económico sea el que es, veo difícil que se genere un número de empleos grande con esta ley", ha subrayado Lafuente, quien considera que "en un escenario económico levemente positivo, sí que dará pie a que se contrate con mayor celeridad".

Además, opina que esa reforma "habría sido infinitamente más efectiva" si previamente se hubiera logrado que "el dinero llegara antes a la sociedad y no se quedara entre entidades financieras y administraciones" y, en ese sentido, reivindica que se debería obligar a las entidades a que "un porcentaje importante" de los fondos que obtienen del Banco Central Europeo (BCE) vaya a empresas y sociedad, en vez de únicamente "revertirlo a las administraciones".

"VIVIMOS BAJO UNA DICTADURA FINANCIERA"

A su juicio, "vivimos bajo una dictadura financiera que está ahogando cualquier posibilidad de política y a la sociedad" y, en ese contexto, pide que administraciones y entidades financieras compartan el peso de las soluciones con empresarios y trabajadores. En ese contexto, garantiza el futuro de Femeval y aboga por hacer "todo lo posible" para que continúe la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR).

Lafuente lamenta haber "perdido interlocución con la banca" por la centralización de su modelo de gestión aunque, a preguntas de los medios, ha valorado que el Banco Sabadell "está mimando un poco más que otras entidades esa línea de cercanía" mientras que Bankia "está intentando encontrarse a sí misma". De la relación con la administración, ha dicho que se ve marcada por el cambio del Gobierno y los "cambios continuos" en el Consell, del que valora su "buena predisposición" pero considera que "tiene que parar la interinidad, olvidarse del tema económico y empezar a hacer políticas".

Entre las medidas urgentes que reclama Femeval, figuran asimismo la exigencia de "mayor austeridad" a las administraciones, con la privatización de gestión de servicios para ganar eficiencia, la puesta en marcha de acciones de estímulo a la industria como un Plan Prever para bienes de equipo, la adopción de políticas fiscales "ajustadas a la realidad de las empresas" y mayor flexibilidad laboral y modernización de los contenidos obsoletos de los convenios.

Para asentar unas bases sólidas de crecimiento futuro a medio y largo plazo, aboga por "un mercado único, claro y no abusivo", incorporar la internacionalización como estrategia y desarrollar una política energética competitiva y un nuevo modelo de formación.