Manuel Toharia considera que la mejor fuente de energía para el futuro es "frenar el despilfarro en el consumo"

Actualizado: sábado, 12 agosto 2006 14:09

PALOS DE LA FRONTERA (HUELVA), 12 Ago. (EUROPA PRESS) -

El director del Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de Valencia y presidente de la Asociación Española de Periodismo Científico, Manuel Toharia, consideró hoy que no existe ninguna fuente de energía que se vislumbre como la del futuro por lo que la mejor solución es que cese "el despilfarro en el consumo actual".

En una entrevista concedida a Europa Press, el físico y periodista destacó que la mentalización de la sociedad sobre el ahorro energético se presenta como la mejor opción, ya que realmente hay mucha complicación en las "nuevas grandes maravillas que se anuncian porque todo uso de energía por parte de los humanos implica necesariamente un desprendimiento de calor".

"Así ocurre con el hidrógeno --detalló--, que precisa un proceso de fabricación porque como gas no existe, sino que es una molécula unida a otras, o con la energía de fusión, que si llega a funcionar lo hará dentro de 50 años, como mínimo, y será peligrosa porque se logra a 100 millones de grados".

A su juicio, esta ausencia es "positiva", porque si existiera una fuente de energía generalizable, barata y al alcance de todo el mundo y se extendiera su consumo por todos los países, el calor que se emitiría de forma directa a la atmósfera supondría un gran problema y la tierra "se calentaría como un horno muy rápidamente, no ya por el efecto invernadero, sino por calor directo".

Por ese motivo, consideró que la solución es que se reduzca la enorme pérdida de energía que se produce en los países desarrollados para que se pueda equilibrar el consumo con los estados pobres que no tienen apenas acceso a estas fuentes, algo que "no ocurrirá porque los ricos seguirán siendo ricos y los pobres seguirán siendo pobres", determinó.

Respecto a la falta de sensibilización que muestra la sociedad avanzada hacia la situación que se vive en los países subdesarrollados, Toharia valoró que el ciudadano es sensible a una catástrofe única donde muere mucha gente, como por ejemplo el tsunami del pasado año, pero poco a poco se insensibiliza ante una misma cuestión, algo que ocurre con el hambre, que mata a mucha gente pero no es noticia porque se produce en forma de goteo que nos hace insensibles.

En esa línea, matizó que de lo que no se habla es como si no existiera, algo que supone la grandeza y la servidumbre del oficio de periodista, y suele ocurrir que el medio de comunicación vende mejor las malas noticias, por lo que los informadores tienden a ser alarmistas porque lo necesitan para vender sus temas.

Así, se refirió a que los medios están presentando los incendios de Galicia, por ejemplo, como algo "inusitado cuando casi todos los años pasa lo mismo, sólo que en esta ocasión se han juntado todos a la vez en muy poco tiempo, pero no hay más superficie quemada. El suceso existe --continuó-- y es evidente que el incendio está amenazando zonas pobladas cerca de la costa, pero no hay tanta noticia de la que hablar, ya que si hubiera empezado la liga de fútbol se dejarían de lado los incendios".

DIVULGACION CIENTIFICA

Por otro lado, a la pregunta de si son acertadas las estrategias de divulgación científica para que esta materia cale en la sociedad, Toharia respondió que el reto fundamental de la divulgación es poder llegar al máximo número de adultos posible, tarea costosa en la que debe intervenir el estado con la colaboración de todos los estamentos públicos que puedan hacerlo y el incentivo a las empresas privadas de comunicación para que intensifiquen sus contenidos sobre ciencia.

Sobre la labor de los museos de ciencia en esta tarea divulgativa, indicó que son buenas herramientas y, aunque no pueden suplir a otros mecanismos como los medios de comunicación, son muy lúdicos y en España tienen un éxito extraordinario.

Sin embargo, argumentó que pese al éxito de este tipo de museos, debería haber más, ya que en países tan dispares como son Estados Unidos y la India funciona muy bien la presencia de pequeños museos de ciencia prácticamente en cada ciudad, algo que no resulta costoso de mantener porque al haber muchos las exposiciones se intercambian entre unos y otros.

Asimismo, del museo de Valencia manifestó que es especial e irrepetible, y confesó que como director lo que más le preocupa es el tema presupuestario, puesto que la mayor parte del dinero se va en mantenimiento, pero que son muchas las satisfacciones que le reporta ya que tiene tres millones de visitantes, y es que "evidentemente el edificio de Calatrava llama la atención y actúa como faro para los turistas", concluyó.