Euskadi impulsa una estrategia integral para reducir suicidios a través de la prevención e intervención temprana

Euskadi impulsa una estrategia integral para reducir suicidios a través de la prevención e intervención temprana
GOBIERNO VASCO
Publicado: lunes, 3 junio 2019 18:11

Murga destaca que el objetivo es avanzar en la detección precoz y la visibilización social "derrumbando estigmas y tabúes"

VITORIA, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Departamento de Salud del Gobierno Vasco ha diseñado una estrategia integral para reducir el impacto del suicidio a través de la prevención, la intervención temprana y la atención a las personas y familias afectadas, con el objetivo de avanzar en la detección precoz y la visibilización social del suicidio "derrumbando estigmas y tabúes".

La consejera de Salud del Gobierno Vasco, Nekane Murga, ha presentado este lunes la nueva estrategia junto al grupo de trabajo multidisciplinar e interinstitucional que ha elaborado este plan de acción con el que "se pretende hacer frente a lo que constituye ya en todo el mundo un problema de salud pública de primer orden".

"Se trata de avanzar en una doble dirección: la detección precoz de las conductas de riesgo suicida para actuar con celeridad y de forma coordinada; y la visibilización social del suicidio derrumbando estigmas y tabúes, y cuidando a las personas supervivientes", ha subrayado.

Según ha detallado, esta estrategia es fruto de la labor desarrollada durante meses por un equipo impulsado desde el Departamento de Salud y en el que han participado profesionales de la Psiquiatría, la Psicología y la Atención Primaria; miembros del Consejo Asesor de Salud Mental; responsables de Osakidetza; representantes de los Departamentos de Salud, Seguridad, Educación, y Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco; diputaciones forales; ayuntamientos; agentes del Ámbito Sociosanitario; expertos de la UPV/EHU; asociaciones de supervivientes; y organizaciones de apoyo.

Murga ha destacado que Euskadi "no parte de cero, puesto que en los últimos años se han venido desarrollando acciones para la prevención y abordaje de la conducta suicida, fundamentalmente en el ámbito sanitario, pero también desde otros entornos como el educativo, los servicios sociales o las emergencias".

Sin embargo, ha señalado que la estrategia presentada este lunes "pretende dar un salto cualitativo mediante la implantación de un sistema integrado y eficiente de prevención, intervención y postvención que, desde un enfoque de salud pública, reduzca la incidencia, prevalencia e impacto de la conducta suicida en Euskadi".

Para ello, contempla un total de 57 medidas a desarrollar en nueve áreas. De esta forma, está prevista la creación de una comisión específica que lidere la implementación de la estrategia y verifique el cumplimiento de las medidas propuestas. También la creación un área específicamente relacionada con el suicidio dentro del Observatorio de Salud de Euskadi. Su labor será implementar un sistema de información sobre conducta suicida, hacer vigilancia epidemiológica, emitir informes de situación y recomendaciones de actuación, y coordinar la labor investigadora.

Se pondrá en marcha un Registro de suicidios que recoja información relevante no disponible en la actualidad, y de un Registro de tentativas, con información fiable sobre conducta suicida atendida en los servicios de salud que permita guiar la toma de decisiones y la planificación sanitaria. También se llevarán a cabo autopsias psicológicas para identificar perfiles en los casos de suicidios consumados.

En materia de concienciación, la estrategia prevé campañas periódicas de sensibilización ciudadana para combatir el estigma, potenciar la capacidad de identificar factores de riesgo y fomentar los valores que contribuyen a la prevención.

También la creación de un portal web de información, orientación y apoyo en torno a la prevención de la conducta suicida, con especial atención a las redes sociales; y la edición y divulgación de una guía de orientación para los medios de comunicación, agentes fundamentales para alimentar una nueva cultura social ante el suicidio.

MAPA DE SUICIDIOS

La estrategia contempla la elaboración de un mapa de suicidios que permita conocer el perfil de métodos empleados y las zonas de alto riesgo o 'hotspots', la instalación de barreras y otros elementos disuasorios; reforzar el control sobre otros medios potencialmente letales (fármacos, armas de fuego, pesticidas y tóxicos legales); e incidir en el fomento de medidas para reducir el consumo de alcohol.

También se prevé instaurar un protocolo de actuación integrado para profesionales de primera intervención de distintos ámbitos en crisis suicidas; e incorporar la perspectiva de la prevención del suicidio en herramientas ya existentes como el Consejo Sanitario de Osakidetza o BetiOn, o los teléfonos de ayuda a la infancia y adolescencia, atención a mujeres víctimas de violencia machista, teléfono de la esperanza.

Además, se propone incorporar la formación, identificación y abordaje del riesgo de suicidio en el ámbito de la educación (alumnado y profesorado), el de los servicios sociales, el laboral y el familiar.

ÁMBITO SANITARIO

La estrategia también plantea la creación en Osakidetza de un Código de Riesgo Suicida (CRS) integrado en la historia clínica electrónica (Osabide Global), que posibilite una mejor identificación y un seguimiento más estrecho del o la paciente de riesgo, dentro del sistema sanitario público, independientemente del nivel asistencial donde ese paciente requiera ser tratado en cada momento.

Este CRS tendría aplicaciones y desarrollos específicos en la Atención Primaria --recordatorios y herramientas de evaluación de riesgo--, en la Red de Salud Mental --plan de cuidados para el riesgo de suicidio o incorporación de la familia en el proceso de atención--, en la Atención Hospitalaria --protocolos, historia clínica-- y en Farmacia comunitaria --protocolos de colaboración, formación--.

Se incorporará el suicidio como una nueva línea de acción de la Estrategia de Seguridad del Paciente de Osakidetza, incluyendo así la prevención del suicidio como un componente de la seguridad a aplicar de forma transversal en todo el sistema sanitario.

Para las personas superviviendas, se pondrá en marcha un protocolo para dar una primera respuesta rápida y se derivarán los casos que lo requieran a otros recursos de ayuda.

También se contempla el fomento y apoyo del asociacionismo de supervivientes desde las instituciones públicas e incorporar en el sistema sanitario las prestaciones asistenciales relacionadas con la atención a supervivientes.

Finalmente, se trabajará en la mejora de la detección y abordaje de la conducta suicida en población infantil y adolescente; casos de violencia machista; población anciana y personas con enfermedades crónicas, terminales, discapacidad, dependencia o soledad; población reclusa; personas que sufren discriminación por su orientación sexual y/o por su identidad de género; y personas sin hogar.

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