Psicólogos de UPV/EHU analizan nuevas perspectivas sobre el abuso sexual infantil que incluyen la terapia con abusadores

Enrique Echeburúa, psicólogo clínico de la UPV/EHU, autor libro sobre abuso sexual infantil
Enrique Echeburúa, psicólogo clínico de la UPV/EHU, autor libro sobre abuso sexual infantil - UPV/EHU
Publicado: jueves, 4 febrero 2021 13:38

Creen necesarias "nuevas soluciones" ante nuevas formas de abuso como las agresiones grupales o la irrupción de las nuevas tecnologías

BILBAO, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -

Dos psicólogos de la UPV/EHU han editado un libro donde analizan nuevas perspectivas clínicas y forenses sobre el abuso sexual en la infancia que recoge, como aspecto innovador, un apartado dedicado a la intervención terapéutica con abusadores de menores y casos reales reflejo de la experiencia clínica de sus dos autores, el catedrático de Psicología Clínica, Enrique Echeburúa, y la psicóloga Cristina Guerricaechevarria.

Tal y como ha informado la propia UPV/EHU, estas nuevas perspectivas clínicas y judiciales son el hilo conductor de la obra 'Abuso sexual en la infancia. Nuevas perspectivas clínicas y forenses' (Editorial Arel, 2021), publicada recientemente, donde sus autores abordan el proceso terapéutico con los niños y niñas y sus familias así como la intervención terapéutica con los abusadores de menores a partir de una serie de casos clínicos reales, reflejo de la experiencia clínica de los autores, y referidos tanto a la terapia y tratamiento de las víctimas como de agresores sexuales.

El catedrático Enrique Echeburúa ha explicado que el abuso infantil es uno de los temas más polémicos de la sociedad actual y una de las peores formas de violencia que existe contra la infancia, cuyas secuelas, si no reciben un tratamiento psicológico adecuado, pueden afectar de por vida a la víctima en su etapa adulta.

Desde su punto de vista, en la actualidad se producen nuevos fenómenos que han traído consigo "la necesidad" de nuevas soluciones, como por ejemplo, "las agresiones sexuales en grupo o la irrupción de las nuevas tecnologías, que han inducido nuevas formas de abuso sexual a menores a través de los dispositivos digitales, como el sexting o el online grooming" ha enumerado.

Por otra parte, ha añadido el experto, ha habido "cambios importantes" en el mundo judicial para evitar la victimización secundaria de los menores que han podido ser víctimas de abuso sexual y han presentado una denuncia por ello.

La prueba preconstituida y, en general, las buenas prácticas en el tratamiento judicial de los menores que han sufrido un abuso, "se han desarrollado considerablemente en estas dos últimas décadas y también se han modificado la edad mínima de consentimiento sexual, que ha pasado de los 13 a los 16 años, así como el plazo de prescripción de los delitos", ha precisado Echeburua.

REVELACIÓN TARDÍA

Otro fenómeno de gran interés psicológico, en opinión del catedrático donostiarra, es "la revelación tardía" de los abusos sexuales sufridos en la infancia.

En este sentido, y en el caso, por ejemplo, de los adultos que sufrieron abusos por parte de sus profesores, monitores o sacerdotes cuando eran menores de edad, este fenómeno requiere, desde una perspectiva psicológica, "una explicación adecuada y, desde una perspectiva judicial, una reconsideración de la prescripción del delito o la búsqueda de otras alternativas compensatorias para las víctimas, basadas en los procesos mediacionales y en la justicia restaurativa".

El psicólogo clínico ha indicado asimismo que "la mayoría de los menores que han sufrido abusos sexuales se muestran afectados negativamente por la experiencia, pero, lo que es más importante, el malestar generado suele continuar en la edad adulta si no reciben un tratamiento psicológico adecuado".

En estos casos, ha remarcado, "lo mejor es actuar terapéuticamente con la víctima y la familia al mismo tiempo. De este modo, la intervención con los niños se emplea, por regla general, en conjunción con los esfuerzos para reformar al agresor y potenciar la capacidad de la familia para apoyar al menor", ha subrayado.

Como un reto de futuro, los autores abogan por profundizar en el conocimiento de las consecuencias psicopatológicas del abuso sexual y en el papel mediador de los factores de vulnerabilidad y de protección. "Se trata de señalar algo tan obvio como que no hay un perfil único de víctima, que las diferencias individuales están presentes y que no hay una respuesta invariable a una situación traumática", ha añadido Cristina Guerricaechevarria.

Desde el punto de vista de ambos psicólogos, se trata de "dar con las claves que facilitan la resiliencia del menor ante una situación traumática". También "es importante reseñar" los esfuerzos que se han llevado a cabo en algunos países por desarrollar programas preventivos tempranos con los abusadores sexuales, "tanto para evitar la victimización de los menores como para detectar las fantasías desviadas de tipo pedofílico en adolescentes varones que aún no están implicados en conductas de abuso".

Enrique Echeburúa (San Sebastián, 1951) es catedrático de Psicología Clínica en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y académico de número de Jakiunde (Academia Vasca de las Ciencias, Artes y Letras) y Miembro cofundador del Instituto Vasco de Criminología.

Por su parte, Cristina Guerricaechevarria (San Sebastián, 1972) es licenciada en Psicología por la UPV/EHU y lleva años trabajando como psicóloga clínica dentro de un programa orientado específicamente al tratamiento de las víctimas de violencia de género, así como en programas de valoración e intervención con menores víctimas de abuso sexual.

Ambos han colaborado con anterioridad en varias investigaciones sobre violencia familiar, agresiones sexuales y adicciones, así como en la publicación de varios artículos y capítulos de libros.

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