SANTIAGO DE COMPOSTELA, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Xunta de Galicia ha contestado a las acusaciones del alcalde de Santiago, Martiño Noriega, quien ha visto "mala fe" y "deslealtad" en el presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo, al cuestionar en una reunión con la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, la propuesta de ampliar la estación depuradora de A Silvouta, tras caer el proyecto de O Souto.
Así, en un comunicado de prensa, después de ese encuentro de este martes y de la reacción del alcalde compostelano, la Xunta ha reiterado la "necesidad urgente de definir un proyecto viable que permita renovar el sistema de saneamiento de Santiago y mejorar la calidad de las aguas del río Sar". En este sentido, dijo que fue lo que trasladó al Gobierno central.
Según la Xunta, el ministerio trasladó a Feijóo que la propuesta del Ayuntamiento de Santiago de ampliar la actual depuradora de A Silvouta "carece aún de los avales técnicos necesarios y, por lo tanto, no está confirmada su viabilidad".
Así, dice que el Gobierno gallego y el central "coincidieron en la necesidad de celebrar lo antes posible un encuentro a tres bandas con la finalidad de clarificar y desbloquear la situación".
"RODEADA DE INCERTIDUMBRE"
La Xunta considera que la ampliación de la actual depuradora está "rodeada de incertidumbre", frente a la de O Souto, que fue descartada por el Ayuntamiento de Santiago por la oposición y que fue la que impulsó el gobierno local del PP en su día, cuando también gobernaba este partido en el vecino municipio de Ames.
Así las cosas, la Consellería de Infraestruturas, que este mandato municipal ha mantenido con el Ayuntamiento de Santiago varios tira y afloja en cuestiones como la intermodal compostelana y la depuradora, reafirma en el mismo comunicado su "compromiso" con la cofinanciación de las obras de mejora del sistema de saneamiento "dentro del actual plazo de fondos europeos" y "urge que se cierre una alternativa que constituya un proyecto técnicamente viable".
En este sentido, ha apuntado que la "necesidad de definir un nuevo proyecto pone en riesgo la ejecución en los plazos establecidos de los fondos europeos consignados a esta actuación, complicando su financiación".
