El Ayuntamiento de Palma decidirá tras la declaración de Rodrigo De Santos si se persona como acusación en la causa

PALMA DE MALLORCA 25 Mar. (EUROPA PRESS) - -

El Ayuntamiento de Palma decidirá si se persona o no como acusación particular en la causa contra el ex regidor de Urbanismo en el Consistorio palmesano, Javier Rodrigo de Santos, una vez que se produzca su comparecencia, prevista para el próximo 11 de abril, en el juzgado de Instrucción número cinco de Palma, en calidad de imputado tras ser acusado de un delito de malversación de caudales públicos.

Según informaron a Europa Press fuentes del Ayuntamiento, los servicios jurídicos municipales estudiarán si el Consistorio se persona en la causa abierta contra De Santos "una vez se conozca la imputación formal" que presente la jueza, Ana San José, contra el ex regidor de Urbanismo durante la pasada legislatura.

La citación del ex regidor responde a la querella interpuesta por la Fiscalía Anticorrupción de Baleares contra De Santos, tras comprobarse en una Auditoría realizada a las cuentas del Ayuntamiento de Palma que el ex edil supuestamente gastó 50.000 euros en clubes de alterne homosexuales con la tarjeta de crédito del Consistorio.

Las sospechas comenzaron cuando los auditores descubrieron pagos irregulares con la tarjeta de crédito a horas "tan intempestivas" como las cuatro de la madrugada o las siete de la mañana, en empresas cuyas actividades no se correspondían con el servicio que en realidad ofrecen. Tras estas sospechas, la alcaldesa de Palma, Aina Calvo, remitió un escrito a la Fiscalía, que inició las diligencias sobre el caso.

Tras estallar el escándalo de presunta malversación de fondos públicos, De Santos devolvió el dinero al Ayuntamiento de Palma el pasado viernes y aseguró que lo sustrajo motivado por un problema de salud, constatando posteriormente su adicción a las drogas.

Desde el PP, partido en el que el ex regidor militaba cuando se dio a conocer el suceso, se suspendió a De Santos de su condición de afiliado, mientras la que era jefa del Consistorio durante la época en la que ocurrieron los hechos, Catalina Cirer, aseguró que "no era su madre" como para poder controlar todos sus movimientos, constatando que los mecanismos de control de gasto del Ayuntamiento habían fallado.