11-S.- Bush afirma que la guerra contra el terrorismo "marcará el rumbo" de este siglo

Actualizado: martes, 12 septiembre 2006 6:05

WASHINGTON, 12 Sep. (EP/AP) -

Cinco años después del peor ataque terrorista sufrido por Estados Unidos, el presidente norteamericano George W. Bush afirmó en un discurso televisado, que la guerra contra el terrorismo es una "lucha para la civilización que marcará el rumbo de este siglo". Además animó a los norteamericanos dejar de lado las diferencias para luchar juntos contra el enemigo.

"Los islámicos radicales están intentado construir un imperio donde hombre y mujeres son prisioneros en sus hogares", aseguró Bush durante su alocución, desde el despacho oval de la Casa. "La guerra contra este enemigo es más que un conflicto militar, se trata de una decisiva lucha ideológica que cambiará el rumbo del siglo XXI".

"Estados Unidos no buscó esta guerra, y los estadounidenses desean que se acabe, pero la guerra no ha terminado, y no lo hará hasta que nosotros o los extremistas consigan la victoria", afirmó Bush.

"A pesar de los errores que se han cometido en Irak, el peor error sería pensar que si no actuamos, los terroristas nos dejaran tranquilos, pero nunca nos dejarán en paz, sino que nos seguirán", aseguró Bush.

El presidente estadounidenses lanzó un mensaje para el que consideró cerebro de los atentados, Osama Bin Laden, y los demás terroristas que continúan escondidos. "Nuestro mensaje para ellos es claro: no importa cuanto tiempo se tarde, pero América os encontrará para llevaros ante la justicia", sentenció.

Bush afirmó que la guerra contra el terrorismo supone una "lucha para las civilizaciones" que deben llegar hasta el final. "Si no derrotamos a estos enemigos ahora, abandonaremos a nuestros hijos ante un Oriente Próximo invadido por Estados terroristas y dictadores radicales armados con armas nucleares. Estamos ante una guerra que dirigirá el rumbo de este nuevo siglo y determinará el destino de millones de personas en todo el mundo", agregó.

En su discurso defendió incondicionalmente la guerra de Irak, aunque reconoció que Sadam Husein no fue el responsable de la muerte de las cerca de 3.000 personas del 11 de septiembre de 2001. Aseguró que el régimen de Sadam Husein, a pesar de las armas de destrucción masiva, suponía un "claro riesgo que el mundo no podía afrontar".