BERLÍN, 15 Dic. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Rosa Aranda) -
Contra siete soldados del Ejército alemán se va a abrir un procedimiento disciplinario como consecuencia de la profanación de calaveras que llevaron a cabo cuando ejercían sus funciones en el marco de las misiones de paz en Afganistán, informaron hoy en Berlín fuentes del Ministerio alemán de Defensa.
Como consecuencia del escándalo que ha provocado el suceso en Alemania, el mismo Ministerio ha mostrado su deseo de emitir un documento en el que figure el historial educativo de cada uno de sus soldados, para que quede de manifiesto "la buena formación de los miembros del Ejército alemán".
El inspector general del Ejército germano, Wolfgang Schneiderhan, quiere que las tropas alemanas "estén mejor preparadas, tanto moral, como éticamente", en sus misiones en el extranjero.
La semana pasada la Fiscalía de Munich, encargada del caso, anunció la suspensión de las investigaciones contra dos soldados implicados en el caso, porque la sospecha inicial de que el delito implicara la "perturbación de la paz de los muertos" no se había confirmado.
Ruediger Hoedl, fiscal del caso, explicó que solamente en el caso de que los restos humanos fueran retirados de un cementerio habría sido un delito de esas características, sin embargo, las calaveras fueron halladas en una fosa común --de la que la población afgana extrae con frecuencia materiales para la construcción-- y los restos eran de soldados soviéticos de anteriores ocupaciones.
El escándalo estalló en Alemania el pasado mes de octubre, cuando el diario sensacionalista Bild Zeitung publicó unas fotos que databan del 2003 en las que los soldados alemanes aparecían con los rostros ocultos y vestidos de uniforme militar mientras patrullaban en una zona cercana a la capital afgana, Kabul.
En ellas, los jóvenes soldados mostraban sonrientes la calavera a la cámara e incluso en una, un soldado sujetaba con una mano el esqueleto y con la otra, su órgano sexual al descubierto.
Inmediatamente otros medios, como la televisión privada alemana RTL, se apresuraron a hacer públicas otras fotos de las mismas características de las que disponían. Nada más conocer la noticia, el Ministerio alemán de Defensa abrió una investigación por considerar que "el suceso provoca una repugnancia" y "la labor ejemplar del Ejército alemán en Afganistán no puede quedar manchada por lo que hagan dos de sus soldados". También la canciller federal mostró su indignación y tachó de "repugnantes" las fotos. Posteriormente, varios de los soldados que continuaban ejerciendo sus funciones en el Ejército alemán fueron despedidos.
Los miembros alemanes en las tropas ISAF ascienden a 2.730 y se reparten entre las localidades de Kabul, Mazar e Sharif, Kundus y Faisabad. Las tareas que tienen encomendadas se limitan a la reconstrucción de pozos, calles, escuelas y otros edificios civiles y al control de la seguridad en varios edificios públicos.
