Africa.-AI insta al Gobierno español a que impida que los "diamantes ensangrantados" empañen el día de San Valentín

Actualizado: martes, 13 febrero 2007 21:10

((Esta noticia está embargada hasta las 1:00 hora española del 14 de febrero de 2007))

MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

La organización Amnistía Internacional (AI) ha instado al Gobierno español, con motivo de la celebración del día de San Valentín, que tome acciones para impedir que los "diamantes ensangrentados", es decir, aquellos que proceden de zonas en conflicto y sirven para financiarlos, se comercien en España, para lo cual ha lanzado una campaña dirigida al ministro de Industria, Turismo y Comercio, Joan Clos, a través de su web 'www.actuaconamnistia.org'.

AI quiso así recordar que los "diamantes ensangrentados" han financiado, "y lo siguen haciendo", conflictos en África que han provocado la muerte y el desplazamiento de miles de personas.

Éste es el caso de los diamantes procedentes de Ghana, que están siendo introducidos en este país africano desde otras zonas en conflicto controladas por grupos rebeldes, especialmente desde Costa de Marfil, según el último informe de la ONU sobre el tema.

En este sentido, AI señaló al Gobierno español que, dado que pertenece al Proceso Kimberley --sistema internacional de certificación de diamantes en el que participan 70 países, puesto en marcha en 2003 por la ONU-- debe pedir la suspensión de exportaciones de diamantes en bruto desde Ghana, así como que dicho país quede fuera del proceso hasta que no instaure controles para poner fin al comercio ilegal que traspasa sus fronteras.

El Proceso Kimberley compromete a sus participantes a emitir un certificado que garantice la procedencia de los diamantes de zonas libres de conflicto a toda partida lista para su exportación. Los países importadores se comprometen a no admitir diamantes en bruto que carezcan del certificado correspondiente.

Asimismo, AI instó al Gobierno de España a que solicite y apoye ante la Unión Europea procesos internos de control "estrictos" y la adopción de medidas efectivas para el cumplimiento de la autorregulación prometida por la industria del diamante para garantizar que las piedras con las que comercian son "limpias".

Además, en el marco de la campaña la organización realizará un muestreo durante los próximos meses en diferentes puntos de venta de diamantes de ciudades españolas para evaluar el nivel de conocimiento que tienen los minoristas del Proceso Kimberley y de las garantías que pueden ofrecer a los compradores de diamantes de que estas piedras preciosas no provienen de zonas en conflicto ni de lugares donde se producen abusos contra los Derechos Humanos, informó AI en un comunicado.

DIAMANTES QUE CAUSAN VÍCTIMAS

Con motivo de la fecha del 14 de febrero, en al que es común regalar joyas, AI quiso recordar que los "diamantes ensangrentados" son diamantes gracias a los cuales se han financiado en África conflictos que han provocado la muerte y el desplazamiento de millones de personas.

Durante estos conflictos, los beneficios del comercio ilegal de diamantes, que ascendían a miles de millones de dólares, sirvieron a los caudillos militares y a los grupos rebeldes para comprar armas. Se calcula que en Angola, República Democrática del Congo (RDC), Liberia y Sierra Leona han muerto 3,7 millones de personas en conflictos mantenidos, en parte, gracias a los diamantes, señala AI.

Pese a que AI reconoce "importantes progresos", tanto "los gobiernos como la industria del diamante todavía están lejos de combatir eficazmente" el comercio de "diamantes ensangrentados", afirma AI, que asegura que en muchos países participantes del Proceso Kimberley, los controles gubernamentales sobre el comercio de diamantes, desde el proceso de extracción hasta el de pulido, siguen siendo "ineficaces", debido a la ausencia de unas normas mínimas comunes de control interno así como a la falta de vigilancia efectiva, de capacidad y de voluntad política.

En este sentido, y según el último informe de la ONU, en África Occidental se están extrayendo diamantes en zonas bajo control rebelde de Costa de Marfil y a través de países vecinos se están introduciendo clandestinamente en los mercados internacionales.