Brown atribuye a la economía la pérdida de las elecciones y los 'tories' proclaman el "fin del Nuevo Laborismo"

Reuters
Actualizado: viernes, 23 mayo 2008 15:32


LONDRES, 23 May. (EUROPA PRESS/Eva Martínez Millán) -

El primer ministro británico, Gordon Brown, vinculó la pérdida de la circunscripción de Crewe y Nantwich por primera vez en la historia a la "preocupación" de los ciudadanos por la economía, mientras que para el líder de la oposición, David Cameron, los resultados de los comicios parciales de ayer certifican el "fin del Nuevo Laborismo".

Horas después de confirmarse el primer vuelco electoral favorable a los conservadores en una convocatoria parcial en tres décadas, Brown retomó los argumentos empleados para explicar la debacle en las locales del 1 de mayo e insistió en atribuir a los "difíciles tiempos" que atraviesa la economía internacional el severo correccional asestado por los ciudadanos, que dejaron a su partido a casi 18 puntos de los 'tories' en el que hasta ayer constituía uno de sus feudos más sólidos.

En declaraciones a los medios de comunicación en una visita a un hospital londinense, el mandatario incidió en que la "preocupación" por la economía "es el mensaje que hay que tomar de la gente" y aprovechó para subrayar que su "tarea es conducir" a Reino Unido a través de "problemas que están teniendo lugar en todos los países". "Puedo hacerlo y ése es el reto que voy a afrontar para los británicos", aseveró.

Así, pese a que la cita de ayer estaba considerada en las islas como un referéndum a su figura en un contexto de cuestionamiento de su liderazgo entre sus propias filas y, según las encuestas, una pérdida de confianza inédita en décadas, el mandatario mantuvo la opinión ya expresada anteriormente acerca de que es la persona correcta para "hacer frente" a la situación: "Entiendo la preocupación de la gente, pero podemos hacerlo".

ELECCIONES GENERALES

En consecuencia, preguntado por si tiene la seguridad de que será el cabeza de cartel en las generales previstas dentro de dos años, Brown mantuvo el guión e insistió en que "el mensaje es claro" y pasa por "guiar al país a través de tiempos muy difíciles". "Creo que la gente sabe que la tarea que tenemos por delante es la de superar" los tumultos de la economía, reiteró, en una declaración en la que repitió insistentemente que los problemas tienen un carácter global que afecta "a todos los países".

Brown asumió que "la gente está preocupada" con la tendencia alcista de petróleo, alimentos, facturas del gas, luz y, en definitiva, con "qué pasa con la economía" y consideró que, ante "ese mensaje claro", el Gobierno debe "continuar dirigiendo el país" para superar cuanto antes las dificultades y llevarlo a una conyuntura de "prosperidad". "Mi tarea es sacar a la economía" del trance actual, insistió, tras lo que prometió: "La guiaré en estos muy difíciles momentos".

Así, se mostró convencido de que los propios ciudadanos "quieren" que el Ejecutivo se encargue de ofrecer soluciones "cuando ve los precios dispararse" y añadió que el "verdadero reto" del Gobierno es gestionar esos "miedos" y estabilizar la economía británica. "El mensaje de la gente es claro y ése es el desafío que voy a afrontar", concluyó.

FIN DEL NUEVO LABORISMO

Sin embargo, para el líder de la oposición, que celebró esta mañana en Crewe su "extraordinaria victoria" tres semanas después del éxito en las locales que lo situaron como primera fuerza, los resultados de ayer certifican el "fin del Nuevo Laborismo", como se conoció a la coriente que llevó a Tony Blair al triunfo en la primera de las tres generales que ganó desde 1997.

No obstante, David Cameron apuntó que el 49,5 por ciento recabado por su partido y la tendencia en la que todas las encuestas confirman sus posibilidades de mudarse al número 10 de Downing Street en 2010 no responden a las "pérdidas" del laborismo, sino a una nueva apuesta de los ciudadanos por los conservadores, apeados durante más de una década de las instituciones.

Así, consideró que Gordon Brown tiene "muchas lecciones" que aprender del saldo de ayer y, tras ironizar con que era el primer 'tory' en "despertarse con las noticias de una victoria en unas elecciones parciales en 30 años", declaró que la explicación de los resultados radica en que las bases conservadoras desencantadas "han vuelto", mientras que, paralelamente, los abstencionistas y parte del propio electorado laborista ha apostado por darles una oportunidad.

En este sentido, declaró que "la gente quiere cambio, quiere algo diferente". "No quiere un Gobierno que cierre servicios públicos, que no acabe con la delincuencia", enumeró Cameron, quien asumió, no obstante, que resta un "ingente trabajo por hacer en los próximos años" para consolidar la tendencia apuntada en las últimas citas electorales y lograr un vuelco en el Parlamento.