Muhammadu Buhari en un acto de homenaje a las Fuerzas Armadas de Nigeria
REUTERS / AFOLABI SOTUNDE
Publicado: lunes, 15 enero 2018 19:57

MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, ha prometido este lunes castigar a todos los responsables de la ola de violencia que recorre el estado de Benue, en el centro del país, donde los enfrentamientos por la tierra entre pastores musulmanes y agricultores cristianos han dejado más de 80 muertos en el último mes.

"Quienes estén implicados en el conflicto que ha llevado a la pérdida de vidas no escaparán de la Justicia", ha dicho en un encuentro con líderes políticos, tribales y religiosos de Benue, según un comunicado difundido por la Presidencia de Nigeria.

Al mismo tiempo ha hecho un llamamiento a estos líderes a "intentar contener" a sus seguidores. "La Policía, la seguridad estatal y otras agencias de seguridad han recibido órdenes de garantizar que quienes están detrás de los altercados sean castigados", ha apostillado.

Buhari se ha dirigido también a los nigerianos, a los que ha pedido "acomodarse al país", en el que conviven más de 250 grupos étnicos y con una clara división entre la mayoría musulmana que habita el norte y la comunidad cristiana que domina en el sur.

Por su parte, el gobernador de Benue, Samuel Ortom, ha confiado en que la intervención del Gobierno y las fuerzas federales permita recobrar la calma y, en última instancia, encontrar "una solución duradera" al conflicto entre pastores y agricultores.

Los choques estallaron el 31 de diciembre y desde entonces 83 personas han muerto, la mayoría (73) en lo que va de año. La tensión entre pastores y agricultores es algo habitual en Benue, un estado situado en el centro de Nigeria, que sirve de frontera 'de facto' entre el norte musulmán y el sur cristiano.

El conflicto entre las fuerzas gubernamentales y la organización terrorista Boko Haram y la desertificación del norte han obligado a los pastores, musulmanes, a desplazarse hacia el sur en su búsqueda de pastos para el ganado invadiendo las tierras que los agricultores de la zona, cristianos, usan para sus cultivos.

Esta vez la violencia interétnica ha alcanzado una dimensión política porque muchos acusan al presidente, de etnia fulani, como los pastores musulmanes, de permitir estos abusos. "Presidente, actúa ya, tu gente nos está matando", rezaban algunas de las pancartas exhibidas en el funeral masivo celebrado la semana pasada en Benue.

La tensión ha escalado a medida que se acercan las elecciones presidenciales, previstas para el próximo año. El portavoz presidencial, Femi Adesina, ha admitido que esta ola de violencia está consumiendo al Gobierno de Buhari, que llegó al poder en 2015 con la promesa de mejorar la seguridad en Nigeria.

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