Bush envía al Congreso un presupuesto de 2,2 billones con una fuerte partida para sufragar la guerra en Irak

Actualizado: lunes, 5 febrero 2007 22:00


NUEVA YORK, 5 Feb. (EUROPA PRESS/Carlos López) -

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, envió hoy al Congreso estadounidense su proyecto presupuestario por valor de 2.900 millones de dólares (2.200 millones de euros) correspondiente al año fiscal 2008 que prevé destinar un total de 624.600 millones de dólares (482.998 millones de euros) a sufragar los gastos del Departamento de Defensa.

La partida destinada a gastos militares supone un incremento del 4% respecto a los 600.300 millones de dólares (464.321 millones de euros) de 2007 y representa el 21,5% del presupuesto total. La Casa Blanca considera que la guerra en Irak y Afganistán exigirán un esfuerzo económico de 141.700 millones de dólares (109.583 millones de euros).

El déficit que la Administración Bush vaticina para el año fiscal 2008 se situaría en los 239.000 millones de dólares (184.862 millones de euros), ligeramente inferior a la cifra esperada para este año, que se prevé se sitúe en los 244.000 millones de dólares (188.706 millones de euros), y que la Casa Blanca espera conduzca a un superávit de 61.000 millones de dólares (47.172 millones de euros) en 2012.

Para lograr reducir el déficit de la hacienda pública, el presidente Bush prevé llevar a cabo un recorte en el gasto de los principales asuntos sociales por valor de 66.000 millones de dólares (51.048 millones de euros). Asimismo, el presupuesto cuenta con el plan de recorte impositivo que restará 1.600 millones de dólares (1.240 millones de euros) a las arcas federales en los próximos diez años y que repercutirá fundamentalmente en reducciones en los servicios sanitarios Medicare y Medicaid.

Los demócratas ya han advertido que con toda probabilidad no apoyarán el presupuesto tal y como está estructurado actualmente. El senador demócrata por Carolina del Sur y presidente del Comité Presupuestario de la Cámara Alta, John Spratt, se mostró poco confiado en que el presupuesto saliera adelante, tanto por parte de los liberales como por parte de los republicanos.