El cierre de Dadaab pondrá en peligro la vida de los refugiados somalíes

A child is being taken the weight in the Children ward at the MSF Dagahaley Hosp
TOM MARUKO
Actualizado: jueves, 16 abril 2015 20:28

MADRID, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -

La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado que los 350.000 refugiados del campo de Dadaab no pueden ser repatriados a la fuerza y que su futuro en Somalia corre peligro con esta decisión "drástica y urgente".

Las autoridades kenianas solicitaron el cierre del campo de refugiados de Dabaab, que es el más grande del mundo, en un plazo máximo de tres meses, además del retorno forzoso de sus residentes a Somalia. Sin embargo, desde MSF han alertado de que esta decisión tendrá consecuencias dramáticas para cientos de miles de personas, que pondrán además su vida en peligro.

"Una medida tan drástica en un período de tiempo tan sumamente corto privaría a generaciones enteras de refugiados de la posibilidad de tomar sus propias decisiones de futuro", ha explicado el coordinador de MSF en Kenia, Charles Gaudry.

"Esto supondría llevar a cabo un castigo colectivo para cientos de miles de personas, obligadas a regresar a un país donde la atención médica y la seguridad no están garantizadas o a lugares del mismo en los que ni siquiera existen", ha denunciado.

De acuerdo con la organización, las condiciones de vida en las que Somalia está inmersa en la actualidad no permiten un retorno digno para los refugiados que están dentro de las fronteras de Kenia. Asimismo, ha pedido a este país y a la comunidad internacional que incrementen las medidas de seguridad para estas personas.

MÁS SEGURO QUE SOMALIA

"Forzar a los refugiados a que regresen a un país absolutamente desgarrado por la guerra no es la solución", ha denunciado Gaudry. "El Gobierno de Kenia y la comunidad internacional deben trabajar juntos para ayudar y proteger a todos los somalíes que se han visto obligados a buscar refugio en Kenia", ha solicitado.

"Somalia no es un lugar al que podamos regresar", explicó un refugiado, Abdul Hussein, quien compartió su testimonio con MSF a finales de marzo. "El problema que nos trajo a Dadaab en su día, es el mismo que todavía sigue ahí. Toda esta gente no tiene dónde vivir. No tienen nada", ha agregado.

El campo de refugiados de Dadaab acoge actualmente a 350.000 somalíes que han ido llegando durante los últimos 20 años huyendo del conflicto en su país. Aunque la ayuda humanitaria se ha reducido en los últimos tiempos debido a la inseguridad y a la falta de financiación, MSF insiste en que los campamentos siguen constituyendo un refugio mucho más seguro que Somalia.

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