Crónica China/Africa-China se engalana para celebrar 50 años de relación con Africa en la cumbre que comienza el viernes

Actualizado: miércoles, 1 noviembre 2006 19:04

China concede una gran importancia al continente africano, donde tiene asentadas más de 800 empresas y de donde obtiene gran cantidad de materias primas

BEIJING, 1 Nov. (EUROPA PRESS) -

África es la gran protagonista de la cumbre que se inaugurará este viernes en Beijing y con la que China ha decidido celebrar, por todo lo alto, sus 50 años de relaciones diplomáticas con el continente negro.

Desde hace más de una semana, las autoridades pekinesas están informando a sus ciudadanos de los preparativos del Foro de Cooperación Chino-Africano, de tres días, los cuales han empezado a afectar ya al tráfico, obligando a modificar horarios de entrada y salida de empresas y escuelas, y han llenado a Beijing de flores, banderolas y adornos semi-navideños, en lo que algunos ven también como un simulacro de cara a los Juegos Olímpicos de 2008.

El Gobierno chino ha decidido dar lo mejor de sí en esta cita y agasajar a sus invitados, entre los que se encuentran los líderes de 48 países y más de 3.000 delegados, según los últimos datos confirmados. No en vano, lo que se juega Beijing en esta cumbre no es poco. Según estadísticas del Ministerio de Comercio chino, el volumen comercial entre África y el país asiático ha pasado, en los últimos diez años, de 4.000 a 40.000 millones de dólares.

China, además, ha realizado en el continente africano una inversión directa valorada en 1.180 millones de dólares, y cuenta con más de 800 empresas asentadas en la zona. Sólo desde 2004, ha financiado la formación en su país de más de 11.000 profesionales africanos, en una medida encaminada a facilitar la posterior implantación de nuevas empresas en este continente.

Desde las potencias occidentales se cuestiona esta carrera imparable y se han multiplicado las voces que critican la actuación de China en África. Se le reprocha al gigante asiático ambición por la obtención de materias primas y la falta de "escrúpulos" que dominan sus acuerdos con gobiernos como el de Sudán, donde se calcula que han muerto en los últimos tres años al menos 200.000 personas en el conflicto independentista de la región de Darfur.

EL BANCO MUNDIAL DA LA VOZ DE ALARMA

El presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz lanzó la semana pasada la voz de alarma, al declarar que los bancos chinos obvian cualquier consideración hacia los Derechos Humanos o el respeto al medio ambiente cuando realizan préstamos en África. Wolfowitz tampoco olvidó mencionar otro motivo de preocupación para Occidente, éste menos filantrópico: el país asiático ha desplazado a países como Estados Unidos y Reino Unido como socio económico y comercial de África y se sitúa ya sólo por detrás de Francia, cuyo liderazgo también amenaza.

A los que denuncian un apoyo encubierto a gobiernos y proyectos cuestionables, Beijing responde con la tesis que domina toda la diplomacia china, la de la no injerencia. "El mundo es muy diverso y debemos confiar en que todos los países y personas están capacitadas para entender su propia situación nacional, y que tienen derecho a resolver sus propios problemas", declaraba recientemente el subdirector del departamento de Asuntos Africanos del Ministerio de Exteriores chino, Xu Jinghu.

Una tesis también defendida por la experta en estudios africanos del Instituto de Ciencias Sociales de China, He Wen Ping, quien cuestiona la veracidad de hechos como el de Sudán: "No hay una opinión homogénea. Sólo las ONG dicen que existe un conflicto, pero el gobierno de Sudán lo niega, y también países como Egipto o Libia", asegura.

La experta recuerda que "no existe ningún documento que prohíba adquirir petróleo" en países en conflicto como Sudán y como argumento de peso declara que, si se trata de culpar a alguien, hay que recordar que China obtiene el dinero que emplea en comprar crudo en Sudán de las ventas que realiza a otros países, y que la línea de "actuaciones reprobables" no tiene por qué detenerse en el país asiático.

MIEDO A LA "SEGUNDA COLONIZACION"

Entre los propios países africanos, sin embargo, también se ha encendido la alerta, aunque por otras razones. El pasado septiembre, la Unión Africana advertía del riesgo de que, en sus acuerdos con países emergentes como China, Brasil o la India, los estados africanos terminen viéndose envueltos en una suerte de "segunda colonización" que no ayude a la industrialización del continente y termine desangrándolo aún más.

"No creo que una segunda colonización sea posible --señala Saffas Woya Rogers, sierraleonés experto en relaciones diplomáticas entre China y África y residente en el país asiático desde hace ocho años--. África no es un todo, hay muchos países, muchos contextos sociopolíticos distintos y un pasado del que aprender. Y China no está interesada en propagar su cultura, sino en obtener recursos minerales".

Sin embargo, y aunque Rogers reconoce que, hoy por hoy, China todavía da más de lo que recibe en términos de asistencia económica a África por las ventajas políticas que esto le retribuye, el experto considera que Occidente no permitirá que China ejerza en África el control que ellos mismos ejercieron en su día: "No hay más que ver la expectación que esta creando esta cumbre. Occidente está observando, y no se va a quedar sentado", señala.

El sierraleonés vaticina un cambio de actitud con respecto a África de los países occidentales, y la repetición quizá de modelos, como el de la formación de profesionales, que tan buenos resultados ha dado a China. El continente olvidado tras el fin de la Guerra Fría comienza a formar parte, una vez más, del juego geoestratégico, y Rogers confía en que esta vez se puedan sacar réditos: "Estamos situados en una muy buena posición. Ahora sólo falta que nuestros gobiernos jueguen bien sus cartas".