Crónica España.- MSF y el IECAH, preocupados por el excesivo uso de medios militares en crisis humanitarias

Actualizado: miércoles, 20 diciembre 2006 15:15

Denuncian la "falta de adecuación y de eficacia" de las intervenciones militares en operaciones humanitarias

MADRID, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -

Médicos sin Fronteras y el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH) han manifestado su "preocupación" por el excesivo uso de medios militares en crisis humanitarias, y en concreto por el "aumento espectacular" de los gastos en ayuda humanitaria del Ministerio de Defensa en 2005, considerando que esta suma se empleó en "intervenciones de eficacia discutible (...) o en despliegue en el marco de operaciones militares que cuestionan el carácter humanitario de esta ayuda".

En un informe presentado hoy, bajo el título 'La acción humanitaria en 2005: un año de desastres naturales y... mucho más', MSF y el IECAH sostienen que la ayuda humanitaria española necesita "aclarar conceptos, identificar buenas prácticas y avanzar en la evaluación de resultados". Asimismo, consideran que 2005 fue para España, en materia humanitaria, "un año de transición, marcado por la respuesta a los desastres naturales y por los lentos avances en materia de gestión".

En 2005, la Administración española destinó a Ayuda Humanitaria 108 millones de euros, el doble que en 2004, de los que 34 millones corresponden al Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, gestionados en su totalidad por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), y 24,2 millones vinieron del Ministerio de Defensa, cuya aportación registró un aumento del 2.484% respecto a los 0,93 millones de 2004.

Este dato es especialmente preocupante para los elaboradores del informe debido a la "falta de adecuación y de eficacia" de las intervenciones militares en operaciones humanitarias, según explicó en la presentación del informe a los medios el codirector del IECAH, Francisco Rey, quien recordó que sólo el envío del Buque Galicia a Indonesia costó ocho millones de euros, y que el buque llegó 44 días después de la catástrofe.

En este sentido, Rey explicó que el "uso de los medios y capacidades del que hoy sólo cuentan las Fuerzas Armadas es un uso legítimo", pero consideró que debería ser "el último recurso" y que la parte humanitaria debe estar "bajo control civil".

"Podemos asumir que las Fuerzas Armadas son colaboradores, pero no actores humanitarios", agregó el codirector del IECAH, Jesús Núñez, quien remarcó que los militares "son meros ejecutores" de las decisiones del Ministerio de Defensa y el Gobierno.

Las preocupaciones vienen también, según el responsable de MSF, Carlos Ugarte, por las consecuencias que sobre la seguridad de los equipos de las organizaciones humanitarias tiene la confusión entre las operaciones militarse y humanitarias. En concreto, aseguró que en el caso de Afganistán, que las mismas "fuerzas beligerantes" que "en ocasiones tiraban bombas" desde los aviones, y en otras ocasiones lanzaban alimentos, les "costó la vida" a cinco de sus compañeros.

Según el director general de MSF para España, Aitor Zabalgogeazkoa, el "mal uso" del concepto de ayuda humanitaria "ha llevado a los Gobiernos a utilizarlo con operaciones militares de paz y otras operaciones que poco tienen que ver con la esencia" de esta ayuda. Asimismo, Zabalgogeazkoa sostuvo que la ayuda militar tiene "condicionamientos políticos muy claros".

REPARTO INEFICAZ Y DESIGUAL

Por otra parte, el informe también denuncia en sus páginas la ineficacia y la desigualdad del reparto de la ayuda humanitaria a escala internacional. Según Francisco Rey, el año 2005, "marcado por los desastres naturales" puso de manifiesto las "limitaciones del sistema internacional, que no es capaz de asignar los recursos en función de las necesidades".

En concreto, Zabalgogeazkoa explicó cómo en la crisis de la región sudanesa de Darfur, existían personas y organizaciones dispuestas a poner en marcha la ayuda humanitaria pero no medios, mientras que tras la catástrofe del tsunami en el sureste asiático "pasó lo contrario", ya que había una gran cantidad de donaciones "pero no personas para desarrollar" la ayuda humanitaria. Frente al tsunami, que obtuvo donaciones por 13.000 millones de dólares, la sequía en Somalia apenas superó los 90 millones de dólares, y contextos de conflicto como Darfur o República Democrática del Congo, "escenarios de dos de las peores crisis humanas del mundo", tampoco atrajeron," ni de lejos", la misma atención que el tsunami, según el informe.

Además, el informe denuncia la rigidez de la financiación y el carácter "finalista" de las donaciones, que hacen "que no haya flexibilidad suficiente para asignar los recursos en función de la gravedad de la crisis y de las necesidades humanitarias que genere". Por ello, y para evitar la inmovilidad de la ayuda, Francisco Rey alabó la creación del Fondo Central de Respuesta de Emergencia (CERF) de la ONU, que ya cuenta con 50 millones de dólares, y abogó por emprender una "tarea educativa" hacia la opinión pública, y una mayor coordinación entre los países.