Crónica Líbano.- Enfrentamientos en Nahr el Bared entre soldados y milicianos de Al Fatá al Islam se cobran 14 muertos

Actualizado: viernes, 1 junio 2007 20:37

El Ejército libanés no confirma si entrará o no en el campo de refugiados en Trípoli, mientras cunde el miedo ante la posibilidad de que la violencia se extienda a otros campos en el país

TRÍPOLI (BEIRUT), 1 Jun. (EUROPA PRESS) -

Al menos 14 personas han muerto hoy, entre ellas dos soldados libaneses, en enfrentamientos registrados entre el Ejército libanés y milicianos de Al Fatá al Islam, en el decimotercer día consecutivo de refriegas registradas en el campo de refugiados palestinos de Nahr el Bared, ubicado en las afueras de la ciudad portuaria de Trípoli (norte de Líbano), según informaron fuentes de seguridad oficiales.

Según las mismas fuentes, que no pudieron precisar si los 12 fallecidos que no son soldados eran milicianos o civiles --difícil de determinar dado que el Ejército tiene prohibido entrar en los campos de refugiados palestinos en el país en virtud de un acuerdo suscrito en 1969 entre el Gobierno libanés y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP)--, otros 18 efectivos militares del Ejército han resultado heridos en los disturbios.

Cubiertos por disparos de artillería, decenas de tanques y vehículos blindados del Ejército libanés se apostaban esta mañana en el exterior de Nahr el Bared.

En concreto, unos 50 tanques y vehículos blindados se posicionaron en la zona norte del campamento y se dirigían a las zonas más adelantadas. Por el momento se desconoce si el objetivo del Ejército libanés es entrar en el campamento, algo que de hecho sería ilegal. Por su parte, los milicianos se han atrincherado en las estrechas calles de las áreas más residenciales del campamento.

Imágenes de la cadena mostraron el desplazamiento de tanques T-55 de fabricación rusa, tanques Panhard franceses, los M-113 estadounidenses y todoterrenos con armas automáticas incorporadas de calibre 106. Muchos de los vehículos trasladaban sacos de arena, presuntamente para levantar barricadas.

No obstante, el Ejército no ha confirmado que haya tomado la decisión final de entrar en el campamento, si bien la reducción en el número de proyectiles lanzados, acompasados por rondas de disparos de artillería pesada, sugieren que las tropas podrían estar preparadas para impulsar una negociación para la rendición de la milicia.

En un comunicado, el mando del Ejército explicó que sus efectivos militares desplegados en el exterior del campo se vieron disparados por milicianos y el Ejército respondió al fuego mediante lanzamientos precisos y objetivos específicos para disuadir a la milicia de continuar con sus ataques, haciendo especial hincapié en el cuidado con que el Ejército responde a los mismos afín de evitar bajas de civiles.

Mientras, nubes de humo se elevaban del interior del campamento, utilizado como base por los miembros de la organización Al Fatá al Islam en los enfrentamientos que mantiene desde el pasado 20 de mayo con las fuerzas libanesas.

A pesar de la frágil tregua fraguada días atrás entre las partes, los tiroteos esporádicos que se han registrado se intensificaron esta mañana con bombardeos del Ejército, dirigidos contra todo el campamento, según informó la cadena de televisión APTN.

Por el momento no hay cifras claras de muertos, debido a la imposibilidad de entrar en el campamento, del que han huido gran parte de sus refugiados, hasta 25.000 de los 33.000 que residen en Nahr el Bared. Se sabe que al menos 32 soldados libaneses, 60 milicianos (sólo 10 han sido reconocidos oficialmente por la milicia) y 20 civiles han perdido la vida en los combates, aunque el balance podría ser mayor.

Mientras el Gobierno de Fuad Siniora ha prometido acabar con los milicianos, éstos aseguran que su lucha será hasta el final, mientras que la milicia chií libanesa de Hezbolá (que encabeza la oposición al Ejecutivo libanés junto con sus aliados del partido Amal entre otros), a través de su jefe, Hasan Nasralá, ha advertido contra la búsqueda de una solución que no sea la de la vía pacífica. El cerco del Gobierno a los milicianos dura ya 13 jornadas.

Su objetivo es impedir la huída de los milicianos, para lo que el Ejército ha desplegado cientos de soldados alrededor del mismo, al tiempo que ha recibido refuerzos armamentísticos de Jordania, Kuwait y Estados Unidos.

El comandante del Ejército libanés, el general Michel Suleiman, juró ayer rastrear a los milicianos de Al Fatá al Islam responsables de la muerte de soldados libaneses. "Estamos determinados en arrestar a los asesinos que atacaron al Ejército y civiles libaneses y palestinos inocentes para llevarles ante la Justicia", explicó Suleiman mientras revisaba las posiciones que ha adoptado el Ejército cercando el campo de Nahr el Bared.

Por su parte, la milicia Al Fatá al Islam --nutrida por unos 500 hombres, muchos de ellos ciudadanos extranjeros no árabes, según el Gobierno libanés-- cuenta con escaso apoyo de las facciones palestinas, aunque los bombardeos del Ejército libanés contra Nahr al Bared han suscitado no pocas críticas.

MEDIACIÓN PALESTINA

Mientras, las distintas facciones palestinas, todas con representación en Líbano, negocian a contrarreloj para poner fin a los enfrentamientos en el campamento de refugiados e impedir que éstos se extiendan a otros once campos de refugiados que alberga Líbano.

"Todas las facciones palestinas han decidido que las batallas no se extiendan a Ain al Hilweh, además de reforzar la seguridad en los campos (de refugiados)", aseguró Muneer al Maqdah, un comandante de Al Fatá.

De hecho, ayer por la tarde se extendieron al mayor campamento de refugiados en Líbano, el de Ein el Hilweh, ubicado en el sur del país y que acoge a unos 70.000 de los 400.000 refugiados palestinos que se estima residen en Líbano, y donde milicianos islamistas del grupo Jund al Sham y la principal facción palestina de Al Fatá, afín al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.

Según informaron fuentes oficiales palestinas del campo, la refriega comenzó después de que el hermano de un miliciano de Al Fatá abatido el pasado mayo intentara matar al asesino de su hermano, perteneciente a la milicia Jund al Sham, al que consiguió herir.

Por su parte, milicianos de Jund al Sham abrieron fuego contra sus correligionarios de Al Fatá, precipitando una batalla campal a tiro limpio que duró aproximadamente media hora. En el transcurso de la pelea, se registraron al menos dos explosiones, sin que se conocieran víctimas ni heridos.

La milicia Jund al Sham, que en árabe significa Soldados de la Siria Histórica, o bien se ha responsabilizado o bien ha sido castigada por una serie de ataques con bomba y enfrentamientos armados tanto en suelo libanés como sirio y las autoridades de Damasco asegura que se trata de la milicia más activa en su país.

"Hay elementos que no están bajo ningún paraguas, ni islamista ni nacionalista. Si las cosas se ponen peor (en Nahr el Bared) puede que ataquen al Ejército", aseguró Abu Ahmed Fadel Taha, el representantes de Hamás en Sidón, en el sur de Líbano, ya que insistió, tienen capacidad para "lanzar una granada o una bomba".

Hasta ahora, explicó que los líderes de las distintas facciones palestinas han conseguido disuadir a los milicianos de embarcarse en una escalada de violencia mayor, pero reconoció que siguen con preocupación la situación.

Sin embargo, fuentes de Al Fatá insistieron en que tales grupos son reducidos, están bajo control y no suponen ninguna amenaza a la seguridad en el campo.

En este sentido, fuentes de seguridad aseguran que los milicianos de Jund al Sham representan apenas una decena de miembros, algunos de los cuales han servido a la Yihad en Irak, siendo Usbat al-Ansar la mayor milicia islamista con base en el campamento de Ain al Hilweh con el objeto, según dijo la milicia, de controlar a la de Jund al Sham.