Crónica Líbano/Israel.- El Ejército israelí acusa a Hezbolá de la masacre de Qana por utilizar "escudos humanos"

Actualizado: jueves, 3 agosto 2006 18:36

Los últimos balances oficiales libaneses reducen el balance de la matanza a 28 muertos y 13 desaparecidos

BEIRUT, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -

Una investigación interna del Ejército israelí ha concluido que la matanza de Qana del pasado domingo se debió a que "los terroristas" de la milicia chií Hezbolá "utilizan a civiles como escudos humanos y operan de forma intencionada desde aldeas e infraestructuras civiles". El informe militar asegura también que la población fue avisada en varias ocasiones para que evacuara la zona y que si se hubiera sabido de la presencia de civiles en el edificio "no se hubiera llevado a cabo el ataque".

El informe ha sido duramente criticado. Amnistía Internacional lamentó "que el Ejército se investigue a sí mismo" y aseguró que algunos supervivientes informaron a sus investigadores de que llevaban dos semanas refugiadas en el edificio atacado. Por otra parte, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) manifestó que "avisar con antelación a la población civil no exime a las partes beligerantes de sus obligaciones con el Derecho Internacional Humanitario.

Por otra parte, el balance de víctimas del ataque aéreo israelí contra el edificio de tres plantas de Qana, en el que se refugiaban numerosos civiles, ha sido reducido a la baja por un hospital gubernamental de Tiro (sur de Líbano), que ha constatado hasta la fecha la muerte de 28 personas --entre ellas 16 niños--, frente a las 54 víctimas de que se había informado hasta ahora, además de 13 desaparecidos.

Según la investigación militar --que ha sido presentada al ministro de Defensa, Amir Peretz--, "el Ejército atacó el edificio en un ataque aéreo el 30 de julio, a las 00:52 horas, con dos misiles, el primero de los cuales explosionó y el segundo aparentemente se estropeó".

"El edificio fue atacado en cumplimiento con las normas militares sobre el uso de fuego contra estructuras sospechosas situadas en el interior de aldeas, cuyos habitantes han recibido la advertencia para que las evacuaran y que se encuentran próximas a las zonas desde las que se han disparado cohetes contra Israel", prosigue el informe.

Estas normas "fueron diseñadas a partir de la observación y el estudio del comportamiento de los terroristas, que usan estructuras civiles en aldeas para almacenar armas y ocultarse después de lanzar ataques con cohetes", asegura la investigación.

El Ejército indica en el informe que "desde el 12 de julio alrededor de 150 cohetes fueron lanzados desde la aldea de Qana y desde los alrededores". "Los vecinos de Qana y las aldeas de los alrededores fueron avisados en varias ocasiones, a través de diversos medios, para que evacuaran la zona", continúa.

En cuanto al hecho de que el edificio atacado estuviera lleno de civiles, la investigación interna señala que "el Ejército operó de acuerdo con informaciones según las cuales el edificio no estaba habitado por civiles y estaba siendo utilizado como refugio para terroristas". "Si las informaciones hubieran indicado la presencia de civiles en el edificio no se hubiera llevado a cabo el ataque", asegura.

El informe cita el sumario del jefe del Estado Mayor, teniente general Dan Halutz, quien "ha expresado nuevamente su dolor por la muerte de civiles, entre ellos niños, en el incidente de Qana". Halutz "declaró que la guerra contra los terroristas, que cínicamente utilizan a civiles como escudos humanos y operan de forma intencionada desde aldeas e infraestructuras civiles, es mucho más difícil que los combates militares tradicionales", indica el texto.

"La organización Hezbolá utiliza a civiles libaneses como escudos defensivos entre ella y nosotros, mientras que el Ejército israelí se emplaza a sí mismo en campamentos defensivos entre los civiles de Israel y los terroristas de Hezbolá. Esta es la principal diferencia entre ellos y nosotros", afirmó Halutz, citado en el comunicado del Ejército.

Asimismo, según la investigación, "el jefe del Ejército ha ordenado la evaluación y actualización inmediata de las normas para abrir fuego contra objetivos sospechosos".

CRÍTICAS AL INFORME

La investigación interna del Ejército israelí ha sido duramente criticada por algunas de las principales organizaciones defensoras de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario. "No podemos permitir ninguna investigación que sirva para encubrir los hechos de Qana", declaró la subsecretaria general ejecutiva de Amnistía Internacional, Kate Gilmore. "No basta con que el Ejército se investigue a sí mismo", añadió.

"Lo que necesitamos es una investigación independiente que permita extraer informaciones creíbles sobre las graves violaciones del Derecho Internacional Humanitario en este conflicto. Cualquier investigación debe poder cruzar las fronteras y hablar con los supervivientes de los ataques al igual que con las fuerzas implicadas", aseveró.

Según Amnistía, varios supervivientes del ataque de Qana aseguraron a investigadores de la organización que llevaban alrededor de dos semanas refugiadas en el edificio atacado y que su presencia debía ser conocida por las fuerzas israelíes, cuyos aviones no tripulados (los 'drones') sobrevolaban frecuentemente la localidad.

A juicio de la organización, advertir a los civiles para que dejen la zona no es suficiente ni exime a Israel de sus responsabilidades ante el Derecho Internacional Humanitario. Los ataques indiscriminados y desproporcionados o los lanzados intencionadamente contra objetivos civiles suponen "un crimen de guerra", manifestó Amnistía.

Por su parte, el Comité Internacional de la Cruz Roja advirtió también hoy de que "avisar con antelación a la población civil de un ataque inminente no exime, en modo alguno, a una parte beligerante de las obligaciones que tiene de conformidad con las normas y los principios del Derecho Internacional Humanitario".

"En particular", indicó el CICR, en los ataques armados "deben respetarse en todo momento, los principios de distinción y de proporcionalidad". Por ello, el Comité exhortó a que se distinga "en todo momento" a la población y a los bienes de carácter civil de los objetivos militares.

"Se deben extremar las precauciones para que queden a salvo las personas y los bienes de carácter civil, así como velar por que los heridos tengan acceso a las instalaciones médicas", advirtió.

NUEVO BALANCE EN QANA

El informe coincide con la difusión de las nuevas cifras sobre la tragedia por parte del hospital estatal de Tiro y de la Cruz Roja libanesa y de las que dio cuenta ayer por la organización humanitaria Human Rights Watch (HRW), no sin advertir de que 13 personas siguen desaparecidas y podrían encontrarse enterradas entre los escombros.

Esta disparidad en las cifras --entre los 54 muertos iniciales y los 28 actuales-- se debe a que se había registrado la presencia de 63 personas refugiadas en un edificio y los servicios de rescate habían localizado a nueve supervivientes. No obstante, al parecer 22 personas pudieron escapar del inmueble y de momento han constatado 28 muertos.

En la lista facilitada por ambas instituciones sanitarias destaca la presencia de 16 niños. Uno de ellos es Abbas Ahmad Hashim, de sólo nuee meses de edad, que se une a Alí Ahmad Hashim, de tres años, Zahra Muhammad Qassim Shalhub, de dos, y a Fátima Muhammad Hashim, de cuatro. Aparte de otros menores, de entre seis y 17 años de edad, destacan al menos tres personas de más de 65 años y un grupo de mujeres de edades intermedias.