Crónica P.Muerte(2).- España, uno de los 5 países UE que no ha ratificado abolir la pena de muerte en tiempos de guerra

Actualizado: martes, 10 octubre 2006 18:04

Bruselas hace un llamamiento mundial para poner fin a una práctica "cruel e inhumana"

BRUSELAS, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -

España junto a Francia, Italia, Polonia y Letonia son los únicos cinco países de la Unión Europea que no han ratificado el protocolo número 13 del Consejo de Europa sobre abolición de la pena de muerte en tiempos de guerra, según la información aportada hoy por la Comisión Europea coincidiendo con el Día Internacional contra la Pena de Muerte.

El comisario de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini, que recibió hoy en Bruselas al secretario general del Consejo de Europa, Terry Davis, animó a estos cinco países a ratificar este instrumento y, en segundo lugar, apostó por el diálogo político con los países de los cinco continentes para pedirles, en primer lugar, suspender las ejecuciones y luego abolir esta práctica definitivamente.

La abolición legal de la pena de muerte en Europa descansa en la Convención Europea para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales del Consejo de Europa, que incluye los Protocolos 6 (abolición en tiempos de paz) y 13 (abolición en tiempos de guerra). Todos los Estados miembros de la UE han firmado y ratificado ambos protocolos salvo España, Francia, Italia, Polonia y Letonia, que no han ratificado todavía el 13.

La UE se opone a la pena de muerte "en todas las circunstancias y sistemáticamente" y defiende esta postura ante países terceros en sus relaciones bilaterales, como es el caso de Estados Unidos. En 1988, la UE decidió redoblar su esfuerzos internacionales de lucha contra la pena de muerte como parte de su política de defensa de los derechos humanos y elaboró una guía de actuación.

"Que una administración del Estado imponga la pena de muerte a través del sistema judicial, lejos de ser una medida de prevención eficaz contra el crimen puede tener el efecto de acentuar la violencia en las sociedades que la imponen", resaltó Frattini.

Por su parte, el secretario general del Consejo de Europa, Terry Davis, destacó la inutilidad de esta medida en las sociedades "civilizadas". En su opinión, "no impide el crimen, no ayuda a las víctimas, convierte a los asesinos en héroes de tragedia y en mártires cuando se trata de casos de terrorismo". Por eso, recordó, el Consejo de Europa defiende la abolición de pena de muerte y batalla para que no se reinstaure allí donde no existe.

Mientras, la comisaria de Relaciones Exteriores del Ejecutivo comunitario, Benita Ferrero-Waldner, lanzó un llamamiento a todos los países que no la han abolido para que lo hagan de inmediato y pongan fin a una práctica "cruel e inhumana".

A día de hoy 128 países han abolido la pena de muerte tanto en sus textos legislativos como en sus prácticas judiciales. Más de 40 países lo han hecho para todo tipo de delitos desde 1990.

Entre ellos algunos africanos, como Liberia y Costa de Marfil, por poner dos ejemplos recientes, del continente americano, como Canadá, Paraguay y México, asiáticos como Filipinas, Bután y Samoa o europeo y de Asia Central, como Armenia, Bosnia-Herzegovina, Serbia y Montenegro, Chipre, Turquía y Turkmenistán. En 2005, fueron 86 los países que eliminaron esta práctica, frente a los 16 que lo hicieron en 1997.

La última ejecución llevada a cabo por alguno de los 46 miembros del Consejo de Europa se produjo en marzo de 1997 en Ucrania, país que abolió la pena capital en marzo de 2000.

En el caso de que algún país comunitario decida reintroducir la pena de muerte en sus legislaciones, la UE podría acudir al Artículo 7 del Tratado que faculta al Consejo Europeo para retirar al país en cuestión determinados derechos, entre ellos el derecho a voto en el Consejo, si considera que vulnera los principios de libertad, democracia y respeto a los derechos humanos en los que se basa la UE.

Según informes de Amnistía Internacional, en 2005 se realizaron unas 2.100 ejecuciones en todo el mundo, la mayoría (unas 1.770) en China y 5.186 fueron sentenciadas a muerte en 53 países. Irán es el segundo país en número de ejecuciones, con al menos 94, seguida de Arabia Saudí, con 86 y Estados Unidos, con 60.