MADRID, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Siria ha emitido órdenes de arresto contra el exprimer ministro libanés Saad Hariri, el parlamentario del Movimiento Al Mustqbal Oqab Saqr y el opositor sirio Luay al Meqdad, a los que ha acusado de "armar y financiar a grupos terroristas en Siria".
Las órdenes de arresto han sido enviadas también a la Interpol y el ministro de Interior libanés, Marwan Charbel, ha recibido copia de las mismas, según ha informado el diario libanés 'An Nahar'. Además, el fiscal militar de Líbano, Saqr Saqr, ha sido informado del contenido de las mismas.
Desde el inicio de los enfrentamientos armados en Siria el Movimiento Al Mustaqbal, encabezado por Hariri, ha acusado al partido-milicia chií Hezbolá de respaldar al Gobierno sirio a través la entrega de armas y hombres, algo que el secretario general de la formación islamista, Hassan Nasralá, ha desmentido.
El Movimiento Al Mustaqbal se ha posicionado claramente contra el presidente sirio, Bashar al Assad, y ha criticado duramente al presidente sirio por la represión de las manifestaciones pro democráticas en el país.
Tanto Damasco como Hezbolá han indicado que las buenas relaciones de Hariri con Arabia Saudí y Estados Unidos están detrás de su postura y han afirmado que la formación opositora realiza funciones de canalización de armas y financiación a los rebeldes.
En este sentido Hezbolá ha acusado al Movimiento Al Mustaqbal y otros grupos opositores cercanos al mismo de entregar armamento a los rebeldes para ayudarles en sus combates contra las fuerzas de Al Assad. Asimismo, Damasco ha denunciado la entrada de combatientes y armas a través de la frontera con Líbano, motivo por el que ha bombardeado la zona fronteriza en varias ocasiones bajo la justificación de cortar las rutas de suministro.
GRABACIÓN A OQAB SAQR
A finales de noviembre, varios medios libaneses publicaron una grabación filtrada en la que se escucha al parlamentario Oqab Saqr negociar con una persona que se describe como un "líder de los rebeldes sirios", aumentando las sospechas de la entrega de armas por parte de la oposición libanesa a los grupos que combaten contra las fuerzas de seguridad en el país vecino.
"Por favor, ayudadnos, necesitamos armas", dice Abu Nehman en la grabación. "Dime exactamente qué quieres y las cantidades", responde Saqr, que ocupa un escaño en el Parlamento de Líbano. En ese momento, Abu Nehman solicita 300 RPGs (lanzacohetes), 25.000 balas y 300 pistolas, entre otras cosas, que serían trasladadas a Azaz, Tal Refaat y Aleppo. Tras finalizar las conversaciones, ambos acuerdan entregar las armas a los rebeldes Abu Baraa y Abu al Nur, "como siempre".
Saqr desmintió rotundamente cualquier tipo de participación en la entrega de armas a los rebeldes sirios durante la última entrevista a los medios que concedió y retó a los que le acusan de estos hechos de demandarle "en caso de que encuentren cualquier prueba que lo demuestre".
CASO CONTRA SAMAHA
La decisión de Damasco se ha producido apenas un día después de que el fiscal militar libanés finalizara su valoración sobre el caso contra el exministro Michel Samaha, acusado por participar en "complots terroristas", tras lo que solicitó que se expanda la investigación para incluir el interrogatorio de varios oficiales sirios.
Saqr pidió que sean interrogados el jefe de los servicios de seguridad sirios, Alí Mamluk, y un coronel identificado únicamente como Adnan. Asimismo solicitó que se interrogue a Buthaina Shaaban, el asesor de comunicación del presidente sirio Al Assad en calidad de testigo.
Samaha fue detenido en agosto en la localidad de Metn, al noreste de Beirut. Sus partidarios han asegurado que se trata de una detención por motivos políticos. Sin embargo, poco después fue acusado por cargos entre los que se incluye el transporte de explosivos desde Siria para su uso en el norte del Líbano.
Samaha defendió abiertamente a Al Assad durante los 17 meses transcurridos desde el inicio de las protestas sirias hasta su detención, retratando a los opositores del régimen sirio como terroristas. En 2007, la Casa Blanca lo incluyó en la lista de las figuras libanesas y sirias sospechosas de trabajar para socavar la estabilidad del Líbano y el Gobierno libanés.
