La presidenta moldava propone como nuevo jefe de Gobierno al actual responsable del Consejo de Seguridad
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
La primera ministra de Moldavia, Natalia Gavrilita, ha anunciado este viernes su dimisión tras cerca de un año y medio en el cargo, un periodo marcado por la inestabilidad política, con la dimisión de cinco ministros y viceministros, y por la guerra en la vecina Ucrania.
"Queridos ciudadanos, tras un año y medio como jefa de este Gobierno, ha llegado el momento que anuncie mi dimisión del cargo", ha dicho en una rueda de prensa celebrada tras una reunión con la presidenta del país, Maia Sandu, según ha informado el portal moldavo de noticias Unimedia.
Gavrilita tomó posesión el 6 de agosto al frente de un Gobierno integrado por trece ministros tras recibir el apoyo de los 61 diputados del Partido de Acción y Solidaridad (PAS).
La presidenta ha agradecido en un mensaje a la primera ministra saliente su labor en unos momentos de "desafíos sin precedentes". En este sentido, Sandu ha aplaudido su gobierno "responsable": "Tenemos estabilidad, paz y desarrollo donde otros querían guerra y bancarrota".
Sandu ha anunciado la apertura de una ronda de contactos con los distintos partidos para tantear la designación de un nuevo jefe de Gobierno y, en cuestión de horas, ha puesto sobre la mesa el nombre de uno de sus principales asesores, Dorin Recean, secretario del Consejo de Seguridad desde hace un año y antiguo ministro del Interior.
Recean tiene ahora 15 días para presentar ante el Parlamento una 'hoja de ruta' que incluya, además, una lista de ministros. En sus primeras palabras, ha agradecido el encargo y ha fijado tres prioridades: "orden y disciplina en las instituciones, una nueva vida para la economía y paz y estabilidad".
El presidente del Parlamento, Igor Grosu, espera que el programa del nuevo Gobierno se conozca en detalle "la próxima semana", según la agencia de noticias Moldpres.
La dimisión de Gavrilita, que esta misma semana estuvo en Bruselas en busca de un mayor acercamiento a la UE, coincide con la irrupción en el espacio aéreo moldavo de misiles disparados por las fuerzas rusas y que han terminado impactando en Ucrania. Moldavia, como país vecino a Ucrania, ha sufrido el impacto de varios proyectiles desde el inicio de la ofensiva y también problemas en suministros básicos como la electricidad como resultado de los ataques al otro lado de la frontera.
