SAN QUINTÍN (CALIFORNIA), 22 Feb. (EP/AP) -
Funcionarios del Estado han confirmado el aplazamiento de la ejecución por inyección letal de Michael Morales tras la renuncia de dos anestesistas por motivos éticos, al afirmar que serían incapaces de asistir en la muerte del condenado al entrar en conflicto con su juramento ético.
Las autoridades de la prisión cancelaron la ejecución tras no haber podido encontrar a ningún doctor, enfermera o cualquier otra persona con licencia para inyectar medicamentos, según afirmó Vernell Crittendon, portavoz de la prisión de San Quintín.
"No hemos sido capaces de hallar a un profesional médico licenciado que se prestara a inyectar la medicación intravenosa que provocaran la muerte del condenado", dijo.
La semana pasada, un juez federal ordenó a la prisión estatal de San Quintín la asistencia de un anestesista para reducir al mínimo el dolor a Michael Angelo Morales en el momento en que fuese a ser ejecutado mediante inyección letal. Aparte del elegido, se decidió que un segundo anestesista se mantuviera en la reserva.
Los abogados de la defensa reclamaron hoy la presencia del citado juez federal, pero tras negarse a ello el juez de distrito Jeremy Fogel, los anestesistas anunciaron que se retiraban de la sala citando motivos éticos, según informaron los funcionarios de la prisión, que anunciaron el aplazamiento hacia las 2:30 horas de la mañana (11:30, hora peninsular española).
En todo caso va a resultar difícil encontrar otra fecha para la ejecución, dado que el juez que dictó en su momento la sentencia, Charles McGrath, se ha unido a los que han pedido clemencia para Morales al gobernador Arnold Schwarzenegger. McGrath expresó sus dudas por la credibilidad de un informante cuyo testimonio fue importante para la condena a muerte.
