WASHINGTON, 7 Nov. (EP/AP) -
El presidente norteamericano, George W. Bush, celebró esta noche (hora local) una elegante cena en la Casa Blanca en honor a su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, para celebrar la nueva etapa en las relaciones bilaterales.
Las dos naciones apoyan las imposición de sanciones contra Irán por su programa de armas nucleares y han respaldado las resoluciones de Naciones Unidas en apoyo a la soberanía libanesa. Y aunque Francia anteriormente se opuso a la guerra en Irak, Sarkozy envió a su ministro de Relaciones Exteriores a un viaje sorpresa de tres días a ese país para aumentar la participación francesa en el futuro de Irak.
Bush hizo un brindis por Sarkozy en el salón, y le dijo "Bienvenido a la Casa Blanca", en francés. Después, el presidente habló de trabajar con Francia para ayudar a los países que se enfrentan a la tiranía y a la opresión en el mundo. "Las fuerzas francesas y estadounidenses ayudan a defender a una joven democracia en Afganistán", manifestó Bush.
"Nuestras dos naciones apoyan el Gobierno democrático en Líbano. Coincidimos en que la reconciliación y la democracia en Irak son vitales para el futuro de Oriente Próximo, y condenamos las violaciones de los Derechos Humanos en Darfur, Birmania y en todo el mundo", aseguró Bush.
DECLARACIONES DE SARKOZY
Sarkozy, sentado junto a la primera dama estadounidense, Laura Bush, viajó solo a la Casa Blanca. El presidente francés habló con pasión sobre la libertad y la necesidad de la cooperación bilateral para enfrentarse al terrorismo, la proliferación de armas nucleares, la pobreza y el fanatismo religioso.
"He venido a Washington para dar un mensaje muy simple y directo (...) Deseo reconquistar el corazón de Estados Unidos (...) de una forma duradera", afirmó el mandatario francés. "Nunca me quedó claro por qué tuvimos que pelearnos con Estados Unidos", indicó Sarkozy sobre los desacuerdos en torno a la guerra de Irak.
"Cuando los europeos enfrentamos las peores atrocidades del siglo XX, dos guerras abominables, sus padres vinieron a ayudarnos", comentó Sarkozy durante un encuentro del Consejo de Empresas Franco-Estadounidenses. "Estoy aquí para decirles que el pueblo francés nunca lo olvidará", añadió.
