Los equipos móviles de salud son esenciales para reducir la mortalidad materna e infantil en Afganistán

Rokhshana junto a su madre
Rokhshana junto a su madre - WORLD VISION
Actualizado: viernes, 21 abril 2023 11:28

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KABUL, 2 Abr. (Por el equipo de World Vision Afganistán) -

En 2021, Afganistán tenía una de las tasas de mortalidad materna más altas del mundo, con 638 muertes por cada 100.000 nacimientos. La pobreza, la falta de acceso a los servicios sanitarios y el desconocimiento de las prácticas durante el embarazo son los principales factores de esta elevada tasa de mortalidad.

Para contribuir a la reducción de la mortalidad materna e infantil, los Equipos Móviles de Salud de World Vision viajan a las aldeas de más difícil acceso de las cuatro provincias occidentales de Afganistán y se aseguran de que la población reciba servicios sanitarios.

Las clínicas móviles tienen como objetivo alimentar a los niños y niñas que padecen desnutrición y tratar los problemas de salud urgentes. Estás clínicas son el primer punto de contacto para los problemas de salud que pueden requerir un tratamiento inmediato o posterior, como en el caso de Zainab de 33 años, que vive en uno de los pueblos de la provincia de Herat. Hace unas pocas semanas, su hija, la pequeña Rokhshana se unió a la numerosa familia.

INTERVENCIONES QUE SALVAN VIDAS

Después del sexto mes de embarazo, Zainab visitaba todos los meses al Equipo Móvil de Salud y recibía los medicamentos y consejos necesarios. Un año antes de su último embarazo le habían practicado una cesárea. "El año anterior di a luz por cesárea y el año pasado aborté y sufrí mucho", cuenta Zainab.

"Me ha dicho varias veces que no quiere volver a dar a luz por cesárea y que quiere tener un parto normal", cuenta Laili, una comadrona del Equipo Móvil de Salud.

Unas horas antes del nacimiento de Rokhshana, Zainab no se encontraba bien: "Era tarde, cuando comencé a sentir dolor y no sabía qué hacer. Tenía miedo de morir en el parto con mi bebe".

Sher Khan, su marido, envió a su hijo a ver a las comadronas del Equipo Móvil de Salud y preguntarles si podían visitar a su mujer y proporcionarle la ayuda que tanto necesitaba. "Era de noche cuando oímos que llamaban a la puerta", recuerda Laili. "Mi marido abrió. Era un niño que estaba frente a la casa de nuestro equipo respirando con dificultad y diciendo: 'Mi madre está enferma y sufre de pian';, inmediatamente me preparé y le pedí a nuestro conductor que
nos llevara".

Cuando Laili llegó se dio cuenta de que había llegado el momento de dar a luz y de que Zainab no se encontraba bien de salud. Tras algunos chequeos, aconsejó a Sher Khan que llevara a su mujer a un hospital de la ciudad lo antes posible para que le practicaran una cesárea. Zainab se resistía a ir al hospital y quería dar a luz en casa. "Pero le aconsejé e insistí en la hospitalización. Le aseguré que no habría ningún problema y que tendría un parto seguro", continúa Laili.

Sher Khan explicó que no podían permitirse los gastos del hospital. Laili los derivó inmediatamente a un hospital que colabora con World Vision y allí Rokhshana abrió sus preciosos ojos.

"El año pasado, una mujer perdió la vida mientras daba a luz en nuestro pueblo. Si el equipo sanitario no hubiera estado conmigo me podría haber pasado lo mismo e incluso podría haber perdido a mi hija".

Debido a la falta de servicios sanitarios en la aldea de Zainab, las mujeres y las niñas se enfrentan a muchos problemas. Para complicar aún más esta situación, el río que atraviesa su aldea se desborda durante las crecidas, desconectando el pueblo de la ciudad.

"Damos las gracias a los médicos y a las comadronas de esta clínica. Todos nuestros aldeanos están increíblemente agradecidos y satisfechos con los servicios que prestan", afirma Zainab. "Desde el día en que operan en nuestra aldea, nos sentimos seguros y respaldados".

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