Georgia.- Miliband augura "pérdidas económicas y políticas" para Rusia y le pide un "cambio de rumbo si quiere respeto"

Actualizado: martes, 2 septiembre 2008 16:33

LONDRES, 2 Sep. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Asuntos Exteriores británicos, David Miliband, consideró hoy que la operación militar perpetrada por Rusia contra Georgia acarreará "pérdidas económicas y políticas" para Moscú "con el tiempo" y, por ello, pidió a su presidente, Dimitri Medvedev, que "cambie de rumbo si realmente quiere respeto e influencia".

En un artículo de opinión en el diario 'Irish Examiner', Miliband recuerda que el Kremlin se encuentra internacionalmente "más aislado" que hace un mes, antes de la acometida contra Tbilisi por el futuro de las regiones separatistas de Osetia del Sur y Abjazia, y añadió que actualmente la confianza que genera es también paralelamente menor.

Por ello, una jornada después de participar en Bruselas junto al primer ministro, Gordon Brown, en la cumbre de urgencia convocada por los Veintisiete para analizar la crisis, el titular de Exteriores se mostró convencido de que Rusia "sufrirá" los efectos de la intervención en Georgia, incluso pese a las "ganancias militares a corto plazo" que reconoció a Medvedev.

Así, Miliband mantuvo que pese a estos réditos inmediatos, "con el tiempo sentirá pérdidas económicas y políticas", por lo que subrayó que "si Rusia quiere realmente respeto e influencia, debe cambiar de rumbo". En este sentido, la cita de ayer concluyó con las primeras señales, ya que la Unión Europea decidió congelar las negociaciones para una nueva asociación con el Kremlin hasta que retire sus tropas a las posiciones que ocupaba antes del 7 de agosto, cuando estalló el conflicto.

CONSECUENCIAS INMEDIATAS

No obstante, después de que los socios comunitarios optasen de manera cautelar por no imponer sanciones, el ministro británico asumió que aislar a Rusia, la mayor fuente de energía del continente, sería "contraproductivo". "Su integración económica internacional es la mejor disciplina para sus políticos", aseveró.

Con todo, advirtió que aunque Europa necesita recursos básicos procedentes de Moscú como el gas, el motor de la antigua Unión Soviética necesita también a los mercados europeos y las posibilidades de inversión que representan, por lo que concluyó que "el acercamiento --de Occidente-- debe ser el de un compromiso realista".

"No queremos otra Guerra Fría", aseveró, en referencia a las declaraciones en las que Dimitri Medvedev aseguraba no temer la reedición de la política de bloques como la de la segunda mitad del siglo pasado, supuesto ante el que, según Miliband, Moscú tendría una "gran responsabilidad".