Los grupos políticos de la Eurocámara, salvo el PPE y la ultraderecha, condenan el golpe de Franco

Actualizado: martes, 4 julio 2006 15:47


ESTRASBURGO, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los grupos políticos de la Eurocámara, salvo el Partido Popular Europeo y la extrema derecha, condenaron hoy el golpe de Estado del general Francisco Franco del 18 de julio de 1936 y la dictadura franquista y destacaron la dimensión europea de la Guerra Civil como ensayo de la Segunda Guerra Mundial.

Durante el debate, el portavoz del PPE, Jaime Mayor Oreja, consideró un "error histórico" impulsar una segunda transición que reconozca el derecho de autodeterminación y la existencia de varias naciones en España, mientras que el eurodiputado polaco de la Liga de las Familias, Maciej Marian Giertych, elogió el golpe de Franco porque sirvió, según dijo, para frenar a los comunistas y proteger a los católicos.

La discusión en la Eurocámara se inició con una declaración institucional de su presidente, Josep Borrell. Recordó que el debate estaba motivado por una pregunta oral a la Comisión y al Consejo, firmada por 200 diputados y promovida por todos los eurodiputados españoles, salvo los populares, para condenar el franquismo. La conferencia de presidentes, donde están representados los líderes de los grupos políticos, lo rechazó y consideró más oportuna una declaración del presidente seguida de tomas de posición de los grupos.

Borrell afirmó que con el golpe de Estado de Franco se frustró la "gran esperanza" de la Segunda República y se inició "una guerra larga y cruel en España" que fue "un momento decisivo para la historia del mundo". "España fue la primera gran batalla de la Segunda Guerra Mundial, banco de pruebas de una guerra futura que devastaría Europa", explicó.

"Para algunos fue la última gran causa, para otros una cruzada. Yo recuerdo la cruzada, los obispos saludando al modo fascista rodeando generales en la entrada de las Iglesias", dijo. Tras la guerra, el franquismo trató de "erradicar al enemigo para mantener un sistema que durante mucho tiempo permaneció y obligó a que España fuera ajena el proceso de democratización y de reconstrucción de Europa".

Subrayó que por primera vez se enfrentaron las ideologías del siglo XX: la democracia, el fascismo y el comunismo. "Fue una guerra de religión y, al mismo tiempo, una lucha de clases, una revolución frente a la reacción". "Fue un enfrentamiento que se prolongaría con una posguerra larga y dura en la que España no se beneficiaría del plan Marshall porque el régimen militar les fue útil en la Guerra Fría a los norteamericanos y se olvidaron de liberarnos".

Para Borrell, el sentido del acto del Parlamento sobre el franquismo consiste en "enfrentar el pasado vivo de una parte de la memoria de nuestro continente, no repetir los errores de ayer, condenar críticamente a los responsables, rendir homenaje a sus víctimas, expresar nuestro reconocimiento hacia todos los que combatieron por la democracia, padecieron persecución e impulsaron el retorno de España a Europa".

SEGUNDA TRANSICIÓN

A continuación intervino en nombre del PPE Jaime Mayor Oreja, que en ningún momento utilizó la palabra franquismo durante su discurso, ni se refirió a él, ni mencionó tampoco el golpe de Estado del 18 de julio. En su lugar, recordó que un 5 de julio de hace 30 años el presidente Adolfo Suárez, de cuyo partido destacó que formaba parte, tomó posesión de su cargo, y apeló a los "valores de reconciliación y superación del trágico pasado" de la transición y la Constitución de 1978.

"La reconciliación y la concordia no deben aburrirnos, no debemos cambiar de actitud. A muchos españoles nos parece un error histórico el impulsar una segunda transición, como si la primera hubiera quedado vieja y obsoleta. Significa un error histórico quebrar unilateralmente la esencia de nuestra Constitución, introducir el debate del derecho de autodeterminación, la creación de nuevas naciones en España que no han existido nunca", lamentó.

Por parte del PSE intervino Martin Schulz, que dijo que el espíritu que imbuía a Franco era "el de la intolerancia, desprecio por la persona humana, odio a los distintos y quiebra de las instituciones democráticas". "Franco despreciaba al ser humano y tenía una disposición mortal hacia la violencia", añadió.

No obstante, apuntó que tres años antes en Alemania ya se produjo una situación similar, cuando su pueblo estaba "bajo el yugo de Hitler". "La guerra civil no fue sólo una guerra civil española, tuvo a España como escenario y a los españoles como víctimas y como rehenes de un ensayo de una guerra mayor", señaló. "Hoy podemos decir que ha ganado la libertad y ha perdido Franco, no le podría pasar nada mejor a Europa", concluyó.

En nombre de los liberales tomó la palabra el polaco Bronislaw Geremk, que destacó que España debería haberse encontrado "entre los fundadores de la UE" y sin embargo estuvo 50 años "separada de Europa en contra de la voluntad de su pueblo" por la dictadura franquista. En cualquier caso, insistió en que "Europa no debería olvidar que España ha sabido cerrar ese capítulo dramático de manera consensuada a través de reconciliación, diálogo y paz".

El portavoz de los Verdes, Daniel Cohen-Bendit, destacó el "coraje y la abnegación" del pueblo español para luchar por la libertad, y la "cobardía" de los europeos por no ayudar a la Segunda República. "El pacifismo a veces le prepara el camino al horror", dijo. También se refirió a la "horrible intolerancia del totalitarismo comunista" que intentó acabar con los anarquistas y los troskistas del POUM. "La liberación no es sólo tener razón contra todos los demás sino también aceptar la diversidad de la democracia", destacó.

El presidente de Izquierda Unitaria Europea, Francis Wurtz, afirmó que "el aplastamiento de la joven República afectó a toda Europa" y contó con el apoyo de "la Italia fascista y la Alemania nazi". Subrayó que Guernica se convirtió en el "símbolo de bombardeos masivos" y un "modelo" para la Segunda Guerra Mundial. Finalmente, criticó la "no intervención" de otros países y la "indiferencia complaciente de los dirigentes europeos hacia el régimen franquista tras la guerra".

Por parte del grupo Europa de las Naciones, el irlandés Brian Crowley hizo hincapié en que el fascismo, el comunismo o cualquier régimen totalitario tienen en común "la falta de respeto a las ideas diferentes, la intolerancia de quienes quieren andar por un camino diferente". También apoyó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "que está intentando unir lo que antes parecía irreconciliable".

PROTEGER A LOS CATÓLICOS

La intervención más polémica fue la última del debate, la del eurodiputado polaco Maciej Marian Giertych, de la Liga de las Familias, que hablaba en nombre de los no inscritos. Elogió el golpe de Estado del general Franco por "frenar el ataque comunista" y defender a los católicos y a la Iglesia.

"Gracias a la Iglesia española, al Ejército español y a Francisco Franco el ataque comunista contra la España católica se pudo superar", dijo Giertych. "La izquierda española se comportaba como los bolcheviques en Rusia, atacando a la Iglesia: 7.000 sacerdotes asesinados, iglesias quemadas, imágenes destruidas. Hubo por tanto una reacción de las fuerzas de la tradición", continuó.

A su juicio, la República "fue un intento de extender el comunismo a un país y la situación de Salazar y de Franco garantizó el mantenimiento de los valores tradicionales". En este sentido, equiparó el golpe de Estado de Franco a la lucha de los católicos polacos contra los bolcheviques, y lo diferenció del nazismo y del fascismo porque estos dos movimientos eran "ateos".

Inmediatamente después tomó la palabra indignado el líder de los socialistas en la Eurocámara, que calificó las palabras de Giertych de "discurso fascista que no debería pronunciarse en el Parlamento Europeo". Sus palabras fueron muy aplaudidas.