MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
El asesinato de la activista rusa Natalia Estemirova en la república de Ingusetia continúa impune diez años después, según ha denunciado este lunes la ONG Human Rights Watch (HRW), que le otorgó el premio anual de la organización en 2007 por su labor en Chechenia.
"Seguimos esperando a que el Gobierno ruso lleve a cabo una efectiva investigación sobre el asesinato de nuestra amiga y colega Natalia Estemirova", ha manifestado Tanya Lokshina, directora adjunta de HRW para Europa y Asia Central.
"La falta de acción del Gobierno ante este acto atroz es una mancha negra en el historial de abusos de los Derechos Humanos en Chechenia", ha aseverado.
El pasado 15 de julio de 2009, Estemirova, que trabajaba en la oficina de la organización defensora de los Derechos Humanos Memorial en la localidad de Grozni, fue secuestrada cerca de su vivienda.
La activista murió horas después y su cadáver fue encontrado con dos disparos en la cabeza y en el pecho en la vecina república de Ingusetia. Tal y como ha señalado HRW en un comunicado, su muerte supuso un aumento de los temores por parte de los activistas en Chechenia y perjudicó notablemente a aquellos residentes que trataban de buscar la ayuda de los defensores de los Derechos Humanos en la región.
Tras conocerse el fallecimiento de Estemirova, el Gobierno ruso condenó el crimen y aseguró que no quedaría impune. Memorial, por su parte, acusó entonces del asesinato al presidente checheno, Ramzan Kadyrov, aliado del Kremlin.
El asesinato de Estemirova ha causado gran impacto fuera de Rusia como ya lo hicieran los crímenes de otros activistas de Derechos Humanos o periodistas. Ha sido condenado unánimemente por toda la comunidad internacional, que ha pedido en varias ocasiones a la Justicia rusa que esclarezca el caso.
