Irán conmemora el 40 aniversario de la Revolución Islámica con más contestación interna y proyección regional

Un hombre camina junto a un cartel con la cara de Ruholá Jomeini
REUTERS / MORTEZA NIKOUBAZL 
Actualizado: domingo, 10 febrero 2019 11:32

Teherán hace frente a dificultades económicas y sociales en medio de la presión de EEUU

MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

Irán conmemora este lunes el 40º aniversario de la Revolución Islámica, que puso fin a la monarquía y alzó al poder al ayatolá Ruholá Jomeini, un terremoto político que reconfiguró la región y cuyas consecuencias siguen vigentes a nivel político y social en la actualidad, marcada por la creciente contestación a las autoridades y la proyección regional de Teherán, lo que ha provocado la reacción de los rivales en la zona.

La vuelta de Jomeini al país tuvo lugar en un momento en el que la dinastía Pahlevi, una de las principales aliadas de Estados Unidos en la región, estaba a punto de colapsar a causa de la crisis económica y social y el aumento de la oposición al régimen debido a la represión de las protestas de los años anteriores.

El golpe final al régimen llegó en 11 de febrero, cuando el Consejo Militar Supremo se declaró "neutral" tras el estallido de enfrentamientos de guerrillas en las calles, lo que descartó la posibilidad de un levantamiento militar a favor del sha.

Esta llegada de Jomeini a ser líder supremo del país --a través del 'velayat-e faqih', que creaba la figura de un jurista islámico que fuera "guardián" político-- tuvo lugar además después de múltiples tensiones entre las propias fuerzas revolucionarias de tendencia laica e izquierdista que, sin embargo, no contaban con el apoyo popular del clérigo.

En los meses posteriores, además de las ejecuciones de altos cargos del Ejército y la Administración del sha, se sucedieron las medidas represivas contra grupos y partidos liberales e izquierdistas, además del aplastamiento del levantamiento kurdo en el noroeste del país, consolidando el carácter islámico de la revolución.

De hecho, el que fuera primer presidente de Irán, Abolhasán Benisadr, denunció recientemente que Jomeini traicionó los principios de la revolución. Así, dijo que muchos de los que volvieron con él a Teherán en 1979 se quedaron con una sensación "muy amarga". La llegada al poder de Alí Jamenei en 1989 tras la muerte de Jomeini no supuso cambios en las líneas básicas dibujadas por su predecesor.

TERREMOTO REGIONAL

La caída del régimen del sha supuso un terremoto geopolítico en la región, donde Estados Unidos perdió a uno de sus principales aliados y donde la República Islámica de Irán se erigió en la primera y única potencia chií de la zona, en disputa frontal con Arabia Saudí por la legitimidad y la influencia religiosa.

El nuevo paradigma de enfrentamiento entre Irán y Estados Unidos se vio rápidamente reflejado en la toma de la Embajada en Teherán --azuzada por el desencanto con Washington por su respaldo al régimen saliente y la retórica incendiaria-- y el estallido de la guerra entre Irán y el Irak de Sadam Husein, entonces aliado de Estados Unidos y respaldado por Arabia Saudí.

De hecho, la enemistad entre Washington y Teherán ha marcado el panorama regional durante los últimos 40 años, y en este contexto se encuadra el programa nuclear iraní. Pese a que el acuerdo de 2015 supuso un acercamiento de Irán a la comunidad internacional, la decisión de Washington de salirse del mismo ha vuelto a avivar la desconfianza, pese a que el resto de países firmantes trabajan por mantenerlo en pie.

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Además, la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, ha reforzado la posición de la línea dura del régimen --entre ellos Jamenei--, que se opusieron desde el principio a los esfuerzos de Hasán Rohani por sacar adelante el pacto y que ahora defienden que cualquier acercamiento al país norteamericano es contraproducente, alejando la posibilidad de un deshielo.

El propio Jamenei afirmó el viernes que "el régimen de Estados Unidos es la personificación del mal y la violencia", antes de agregar que "la nación iraní seguirá coreando 'Muerte a América' mientras Estados Unidos siga siendo malvado y retorcido", según la cadena local Press TV. "'Muerte a América' significa 'muerte' a las pocas personas que gobiernan el país, no a la nación estadounidense", zanjó.

Estas tensiones se ven además reforzadas por la disputa por el poderío regional entre Irán y Arabia Saudí --aliado de Estados Unidos-- y el conflicto soterrado con Israel --también aliado de Washington--, que en los últimos años ha ido 'in crescendo' a raíz de una serie de choques entre ellos en guerras subsidiarias en la región, con Siria y Yemen como principales ejemplos.

LOS CAMBIOS SOCIALES

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La revolución trajo consigo además importantes cambios a nivel social debido a la preponderancia de los clérigos en un país que había hecho frente a un proceso de reforma y occidentalización bajo el sha, lo que implicó un proceso de liberación de la mujer, entre otros aspectos de la vida diaria.

"Las expectativas de millones de iraníes, que en 1979 votaron una República Islámica y a favor de la prosperidad y la libertad, siguen sin cumplirse", destaca Halé Esfandiari, profesor en el Woodrow Wilson International Center for Scholars de Washington, según publica el Carnegie Middle East Center.

De hecho, la situación de los Derechos Humanos en el país --especialmente de las mujeres y los miembros de la comunidad LGTBI-- y la represión contra opositores y miembros de diversas minorías --entre ellos kurdos y baha'i-- ha sido denunciada en numerosas ocasiones por diversas ONG y organismos internacionales, siendo Irán uno de los países en los que más ejecuciones hay cada año.

"En lugar de democracia, los iraníes terminaron con autocracia. En lugar de un Gobierno que rindiera cuentas, terminaron con la corrupción y el enchufismo", afirma Esfandiari, antes de agregar que "los Derechos Humanos y los derechos de mujeres y minorías fueron sacrificados en nombre de la religión".

Según Reporteros Sin Fronteras (RSF), las autoridades han detenido y encarcelado a 860 periodistas --cuatro de los cuales fueron ejecutados-- desde 1979. Asimismo, cifró en 61.900 presos políticos --más de 500 de entre 15 y 18 años-- desde la década de los ochenta. Además, también hay pruebas de la masacre de 1988 en la que el régimen ejecutó a unos 4.000 presos políticos entre julio y septiembre.

DIFICULTADES ECONÓMICAS INTERNAS

A esta limitación del espacio público se suma una mala gestión económica que ha derivado en elevadas tasas de desempleo, en parte debido al impacto que han tenido sobre el país las múltiples tandas de sanciones aplicadas por Estados Unidos.

En este sentido, Fatemé Moghadam, profesora de Economía en la Universidad Hofstra de Nueva York, sostiene que "ha habido una mala gestión económica, órganos económicos ineficaces y un estado general de corrupción", si bien reconoce que "las sanciones han sido devastadoras".

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La premio Nobel de la Paz Sherin Ebadi, una de las voces críticas con el 'establishment' iraní más conocidas, recalcó recientemente en declaraciones a la agencia Reuters que las sanciones "no van en beneficio de la población" y resaltó que permiten que las personas cercanas al poder se enriquezcan a través de "dinero sucio". Por ello, pidió medidas internacionales que "debiliten" a un régimen que, según ella, es rechazado por "el 90 por ciento" de los iraníes.

Por todo ello, Irán entra en el 40º aniversario de la Revolución Islámica en un momento delicado pues, pese a su proyección regional, la legitimidad de las autoridades ha caído debido a los citados problemas y la nueva ofensiva diplomática y de sanciones de Estados Unidos podría llevar a un empeoramiento de la situación interna.

"La cuestión es si es Irán el que está congelado en su ideología revolucionaria o si son Estados Unidos y los rivales regionales de Irán los que están congelados en su postura anti iraní", afirma Moghadam, respecto a la posibilidad de un deshielo que provoque un cambio de timón en la dirigencia de la República Islámica.

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