VIENA, 22 Jul. (EP/AP) -
La inesperada oposición rusa a algunas partes del borrador presentado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a instancia de Estados Unidos, amenaza la unidad internacional sobre qué mecanismos emplear para sacar adelante la crisis nuclear iraní, según señalaron este sábado funcionarios la ONU.
Lo que ha molestado especialmente a Estados Unidos y a sus aliados, es la negativa de Moscú de avalar la parte del borrador que exige a Teherán el congelamiento de sus actividades de enriquecimiento de uranio y establece posibles sanciones en el caso de que no lo haga.
Rusia había indicado que estaba dispuesta a apoyar un documento duro. El pasado 12 de julio, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia Serguei Lavrov advirtió a Teherán en contra del enriquecimiento de uranio y su negativa a responder a una oferta internacional para negociar su programa nuclear. En ese momento, el funcionario alertó de que el Consejo de Seguridad "consideraría las medidas apropiadas para la situación", a menos que la república islámica cumpliera.
Lavrov y sus homólogos de Estados Unidos, China, Reino Unido, Francia y Alemania acordaron el 12 de julio reanudar las deliberaciones del Consejo de Seguridad, después de que Teherán rechazase las peticiones de que respondiera antes de esa fecha a un paquete de incentivos para el cese de las actividades de enriquecimiento avalado por la Unión Europea.
Irán sostiene que tiene el derecho de generar energía atómica con objetivos civiles, pero la comunidad internacional sospecha de que el régimen de Mahmud Ahmadineyad pretende enriquecer uranio para utilizarlo en ojivas nucleares.
El borrador de resolución presentado por Reino Unido y Francia que circuló la semana pasada entre los 15 miembros del Consejo de Seguridad, demanda que Teherán "suspenda todas las actividades relacionadas con el enriquecimiento y reprocesamiento (de uranio) ... y suspenda la construcción" de un reactor de aguas pesadas, que puede producir plutonio.
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